La infanta Cristina suele ir a ver a Iñaki Urdangarín a la prisión de Brieva (Ávila), donde lleva cumpliendo condena ya más de un año. La hija de los reyes eméritos le visita una vez al mes, y cada vez que acude se lía gorda en la cárcel.
Según cuenta 'Lecturas', cuando la hermana del rey Felipe VI acude a la prisión, todas las reclusas le empiezan a decir groserías sexuales, como "Cristina, fóllatelo bien, que si no lo haremos nosotras, ¡qué estamos muy cachondas y él está muy bueno!", "te lo cambio por mi hombre" o "¡déjalo a gusto, exprímele, que si no aquí estamos nosotras para f..., que pasamos mucha hambre!".
Las visitas de Cristina se han convertido en el gran acontecimiento de la prisión, ya que las reclusas esperan con ansia para pasar un buen rato y salir de la rutina. A Cristina antes le molestaba este jolgorio, peor ya "hasta se le escapa alguna sonrisa", detalla una informante desde la cárcel.
Después del vis a vis de dos horas
Los vis a vis duran un par de horas y se llevan a cabo en una habitación con dos camas, váter, ducha y bidé. A la salida, las presas vuelven a gritar: "¿Ya os habéis quedado descansados?, ¿le has hecho todo lo que te pedía?”, “¿cuántos polvos te ha echado, Cristina? Esta noche le vamos a dar doble de cena para que se reponga…”.
La informante señala que todo se hace dentro de un ambiente gracioso, que no hay mala fe por parte de las reclusas: "Hay que entenderlo. Es un hombre en una cárcel de mujeres. ¿Qué esperabas? Y encima un tío guapo como Urdangarin…”.
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