David Rockefeller era el último miembro de su generación de una de las familias más adineradas del mundo, una fortuna que heredó de sus ancestros. Su abuelo, John D. Rockefeller, fundó y presidió la petrolera estadounidense Standard Oil en 1870, con la cual logró un patrimonio superior a 1.400 millones de dólares, convirtiendo a su familia en los primeros multimillonarios de Estados Unidos.
Al morir el magante en 1937, su patrimonio pasó a manos de su hijo menor y único varón, John D. Rockefeller Jr., el padre de David Rockefeller, quien con sus cinco hermanos heredó sus bienes.
Una vez muertos sus parientes más cercanos, David Rockefeller quedó a cargo de los negocios familiares, entre los que estaban una extensa red de empresas y organizaciones filantrópicas y comerciales, algunas relacionadas con la conservación del medio ambiente o el arte. Además David se convirtió en el primer y único banquero de la familia al incorporarse al Chase National Bank, conocido actualmente como el actualidad es conocido como JP Morgan Chase & Co.
550 millones de euros repartidos en organizaciones y causas
Sus bienes y su patrimonio están valorados por la revista Forbes en 3.300 millones de dólares, 3.054 millones de euros, que pasarán a sus cinco hijos: David Jr., Neva Goodwin, Peggy Dulani, Eileen y Abby, ya que Richard falleció el 13 de junio de 2014 en un accidente de avión. Sin embargo ninguno ha aspirado nunca a desempeñar el papel de sus ancestros en la dinastía, y la herencia les llega pasados los 70 años.
A los derechos de los hijos hay que sumar los de las numerosas instituciones educativas y culturales con las que el magnate comprometió en los últimos años su labor filantrópica. Se calcula que hasta 600 millones de dólares, 555 millones de euros, del total de su herencia puedan ser repartidos entre diversas organizaciones y causas.
El MoMa se podría llevar 100 millones de dólares
Según la web especializada Inside Philantropy, una de las instituciones más beneficiadas será el MoMa de Nueva York. En 2005 legó 100 millones de dólares -92,6 millones de euros-, se comprometió a una donación de 5 millones -4,6 millones de euros- al año y prometió además que a su muerte donaría al museo otros 100 millones de dólares.
Los analistas recuerdan también que por tradición, gran parte de su herencia podría ser destinada a fundaciones a las que daban nombre, a la Universidad de Harvard (Massachusetts, EE.UU.), donde estudió, también podría verse beneficiada con millones o a la agrupación filantrópica The Giving Pledge, un club mundial de grandes donantes organizado por Warren Buffet y Bill Gates.
La fundación que lleva su nombre, la ‘Fundación Hermanos Rockefeller’, recibirá 225 millones de dólares -208 millones de euros- para proyectos relacionados con la salud, el alivio de la pobreza, la promoción del desarrollo económico o el diálogo entre culturas.
Otros 25 millones de dólares -23 millones de euros- irán a parar según la web a la organización medioambiental ‘The Stone Barns Center for Food and Agriculture’. La ecología se convirtió en una causa por la que la familia luchó en los últimos años. En 2014, su Fundación vendió todas sus inversiones en combustibles fósiles apostando por las energías renovables.
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