Muchos dirán que es la crisis de los 50 y otros que el amor todo lo puede, pero, sea como fuere, Enrique Ponce (48) ha dado un giro radical a su vida desde que salió a la luz su relación con Ana Soria (22).
No sólo ha decidido irse con su amante y dejar a su mujer, Paloma Cuevas, y a sus dos hijas, sino que además va a dar un giro radical a su vida profesional. Esta semana, Ponce ha anunciado que deja el toreo de manera "indefinida".
Enrique Ponce deja el toreo
El torero valenciano se aleja de las plazas tras "más de tres décadas" dedicado al toreo. Por ello, a quienes le han acompañado durante todo este tiempo, les ha querido dedicar un comunicado en el que agradece el "cariño y apoyo incondicional", especialmente "en este último año de pandemia" en el que, según apunta en el texto, ha decidido "defender la tauromaquia, tirar para adelante y devolverle al mundo del toro" lo que le ha dado.
"En este momento de mi temporada taurina 2021 he decidido hacer un alto en el camino y retirarme por tiempo indefinido", ha concluido Ponce.
¿Se dedicará a la música?
Esta decisión de abandonar los ruedos de manera indefinida puede estar más que relacionada con su faceta como cantante, la cual el propio Ponce pretendía impulsar en 2021, pues a finales del año anterior grabó su primer disco.
El disco, tal y como se publicó entonces, lo compondrían diez canciones, y una de las mismas sería un dueto con el mismísimo Julio Iglesias, con quien se lleva estupendamente.
El álbum de Ponce está producido, compuesto y dirigido por los hermanos que forman el grupo 'Materia Prima', llamados Mónica, Pedro y Juan Fernández. Ella dijo que el repertorio de Ponce era "sorprendente".
Nueva vida, nueva profeisón
Al margen de su nueva profesión, Enrique Ponce y Ana Soria siguen viviendo en su ático de Almería juntos. La joven vivía en Granada, donde cursaba la carrera de Derecho, pero ha decidido trasladar su expediente a Almería, donde seguirá sus estudios. Él, por su parte, abandona Madrid, donde residía con Paloma Cuevas y las dos hijas que tienen en común.
Tanto Enrique Ponce como Ana Soria están tan enamorados como el primer día, y es lógico que él deje los toros, pues cuando uno cambia tan drásticamente de rumbo también lo hacen sus prioridades, y debe ser que los ruedos ya no entraban en la lista.
Ahora sin el toreo, a Ponce le queda mucho tiempo libre para dedicarse a una nueva profesión (¿será la música?) y para pasarlo con quien realmente ama, su novia.
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