Esther Doña perdió a Carlos Falcó, el pasado 20 de marzo. El marqués de Griñón falleció a los 83 años a causa del coronavirus. Este mes, pues, se cumplirá un año de la muerte del que fue el amor de su vida.
Su relación siempre fue cuestionada por todos sobre todo por su diferencia de edad, de 41 años. Ambos salían desde 20015, y se casaron en 2017 una boda secreta e íntima en el palacio de 'El Rincón' en régimen de separación de bienes para evitar (más) habladurías. No obstante, Falcó la dejó sus bienes en usufructo, aunque nada en herencia, por lo que ha podido vivir holgadamente este último año.
Estos últimos 12 meses, al margen de las comodidades económicas, no han sido fáciles para Esther Doña, pues también sufrió la pérdida de su padre. A pesar de todo el dolor, ha sabido seguir, sobre todo, gracias a su trabajo y al arte.
"Las emociones y la belleza expresiva que suscita contemplar obras de arte me han hecho profundizar en mis pensamientos y generar una serena motivación para superar la triste pérdida de mi marido y salir adelante con ilusión", decía la marquesa viuda de Griñón a su revista de cabecera, ¡Hola!.
"Ha sido maravilloso tener a Carlos a mi lado. [...] Con él aprendí sobre todo a tener ilusión por todo, me contagiaba su pasión y su alegría, me enseñó a relativizar los problemas y estaba muy orgulloso de España, de su país. Era una persona noble, carismática, sencilla y cariñosa", ha dicho ella en La Razón.
En estos meses de cambios, la de Málaga se ha estrenado como colaboradora de La hora de la 1 y la hemos visto paseando con algún que otro cabellero, quienes solo son amigos, según ella.
Muy sola
Esther Doña, aunque se apoya en sus familiares y en el arte, se sigue sintiendo muy sola. Sin hijos, su única compañía es su perrita, un bichón maltés llamado Chloé que le regaló Carlos Falcó en la Navidad de 2018. El animal está siendo "su mejor apoyo" en estos difíciles momentos.
En cuanto a los hijos del marqués, nunca hubo mucha relación. De hecho, Esther, de 42 años, abandonó a mediados de junio su residencia, el palacio de 'El Rincón', propiedad de Carlos, después de que los hijos de su difunto marido lo pusieran a la venta inesperadamente.
Bienes en usufructo
La relación entre Carlos Falcó y Esther Doña, además, siempre fue cuestionada por todos sobre todo por su diferencia de edad de 41 años. Ambos salían desde 2015, y se casaron dos años después en una boda secreta e íntima en el palacio de 'El Rincón' en régimen de separación de bienes para evitar (más) habladurías.
Esther abandonó a mediados de junio su residencia, el palacio de 'El Rincón', propiedad de Carlos Falcó. Se marchó únicamente con sus pertenencias y su perrita.
Con una mano delante y una detrás, se ha publicado que la marquesa no ha recibido nada de la herencia del que fue su marido, ya que hicieron separación de bienes antes de su boda en 2017. No obstante, sí que quedó como usufructuaria de todos sus bienes.
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