Eva González acudió este lunes a El Hormiguero, donde charló con Pablo Motos de trabajo y vida personal.
La presentadora de La Voz dijo que presentar este talent show ha sido un gran salto en su carrera profesional, tanto que al principio le imponía mucho este nuevo reto: "Se pasan muchos nervios, mucho vértigo. El primer día me quedé paralizada. Pero al final te das cuenta de que te queda el recuerdo de un precioso día".
Su mayor miedo es la gran dimensión del plató: "En La Voz hay 3.000 metros de plató. El escenario es enorme. La primera vez que entré me dije: ¡Madre mía!. Y son más de 1.000 personas de público", aseguró.
Una delgadez muy comentada
En el terreno personal, Eva se siente muy feliz con su pareja, Cayetano Rivera, y su hijo. No obstante, reconoce que su delgadez a veces causa cierta alarma entre sus familiares.
"La gente me dice 'es que estás muy delgada'. ¡Si es que no me da la vida!", apostilló, haciendo alusión a que no para, y que por ello no le es posible engordar ni un gramo.
La andaluza no para, eso es cierto. Entre sus compromisos profesionales se suma la crianza de su bebé, Cayetano, que ya tiene un añito de vida.
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