La presentadora de 'El tiempo' en Cuatro y Telecinco, Flora González López, se casó el sábado 27 de agosto a última hora de la tarde con su pareja, Carlos Dato, tras cinco años de relación. La meteoróloga de 37 años, nacida en Andújar (Jaén) y y su novio comenzaron su historia de amor con un desayuno después de una noche de fiesta -aunque se conocían de años atrás- y desde entonces no se han separado.
La ceremonia de la periodista de Mediaset fue por lo civil y se celebró en el campo, al aire libre, en una finca de Córdoba. El lugar escogido por la pareja fue El Cortijo La Huertezuela, en Villafranca de Córdoba, que está rodeada de olivos, un paisaje que recuerda mucho a Jaén, de donde es Flora.
Era una boda muy esperada por lo que había mucha ilusión y emociones acumuladas y duró tres días ya que comenzó el viernes con una preboda y acabó el domingo. La fecha inicial del enlace era el 19 de junio de 2020 pero tuvo que celebrarse celebró dos años después de los previsto debido a la pandemia del coronavirus, algo que le ha ocurrido a muchas otras parejas.
El vestido de novia de Flora González, de la firma Yolancris
La periodista, que es una amante de la moda y casi una 'influencer', tuvo claro desde el primer momento a quién iba a encargar la confección de su vestido de novia. Lo puso en manos de las hermanas Yolanda y Cristina (Yolancris), que tienen su taller de costura en Barcelona.
'La chica del tiempo', que es andaluza por los cuatro costados, tenía en mente llevar un vestido muy andaluz, con volantes y mucho vuelo, sin embargo, el vestido de novia se fue modificando sobre su cuerpo sobre la marcha y en cada prueba hasta que obtuvo el resultado esperado: un espectacular vestido de encaje, pedrerías, aberturas y transparencias, que le daban un toque muy sofisticado y sexy.
El modelo es de tirantes, escote en 'V', silueta sirena y falda recta con una abertura lateral sin cola, bordado en tul y confeccionado en algodón y guipur (encaje francés). En vez de velo, algo que ella no quería llevar, y cola, llevó una larga capa que debido a la longitud hacía las veces de cola del vestido. En cuando a los zapatos, llevó sandalias de plataforma de Luis Onofre.
La capa se la quitó cuando comenzó el banquete, dándole otro aire al vestido. Por ello, decidió prescindir de lucir un segundo modelo, algo muy habitual en las famosas o 'influencers', también porque muchas veces se los ceden o regalan las marcas.
Su madre Francisca López, que es modista en Andújar, y una de sus dos hermanas también se hicieron el vestido con ellas.
Los detalles de la boda
La novia cumplió con la tradición de llevar algo viejo, una cosa azul y algo prestado. Como ella mismo ha contado llevó "una pulsera de oro" de su abuela paterna, Emilia; un regalo con matices azulados que me han hecho mis amigas y unos pendientes", según señaló a 'Informalia'.
Flora entró del brazo de su padre, Andrés González, que creció y se educó en Francia donde trabajó como modelo en su juventud. La novia y el padrino entraron mientras sonaba el tema 'Big Big World' de la cantante Emilia.
Por su parte, el novio, Carlos, entró junto a su madre, que no pudo evitar llorar de la emoción nada más hacer su entrada, al ritmo de 'Wonderwall' de Oasis, según ha publicado 'El diario de Córdoba'.
Como complementos también lució su anillo de pedida, que es de diamantes con una aguamarina, que van a conjunto con los pendientes de Eugenio Lumbreras y como decoración para el pelo, llevó una tiara joya artesanal diseñada para ella, de Lilian Urquieta, que también fue la encargada de hacerle el ramo de novia.
El ramo este también era un guiño a Andalucía ya que estaba hecho con olivo y claveles preservados, a juego con los prendidos del novio y padrino.
La tiara está "realizada en colores plata, oro rosa y detalles de flores preservadas en tonos blancos imitando los encajes" del vestido de novia de Flora, según indica la marca en su Instagram, donde además de una foto de la pareja, ha publicado también un vídeo detalle de la tiara.
Los looks de la boda
La novia pidió a las invitadas que no fueran de blanco y que optaran por los colores, los volantes y detalles andaluces.
Como se puede ver en esta foto, hubo una amplia de paleta de tonalidades pero predominaron los tonos rojos, un color que favorece mucho tanto a rubias como a morenas.
El menú
La finca estuvo decorada al detalle. Las mesas eran alargadas y se dispusieron unas frente a otras, dejando el centro vacío, para que así pudieran verse entre los invitados y no se perdieran nada.
La Casería de las Flores se hizo cargo de los arreglos florales y contrataron a La Mesa Once, empresa de organización y diseño de eventos, especializados en bodas, que también se dedica al diseño de invitaciones y papelería pintada a mano.
Los novios pusieron también un rincón (corner) con productos típicos como el aceite de oliva y una amplia selección de aceitunas.
La cena fue servida por el Catering El Botijo, de Andújar. El menú que degustaron estuvo compuestos por unos entrantes, entre los que se encontraban el paté de perdiz El Botijo con AOVE y gambas blancas de Huelva, según ha publicado 'El diario de Córdoba'.
Como primer plato degustaron salmorejo cordobés con crujiente de jamón ibérico, uno de los platos preferidos de la novia. Sin embargo, en su boda no pudo disfrutarlo por los nervios, según ha explicado en su Instagram, por lo que al día siguiente pasó por el restaurante El Botijo para poder disfrutarlo tranquilamente.
Después los recién casados y sus invitados tomaron sorbete de mandarina. Como plato principal se decantaron por capricho de bellota con infusión de Ramón Bilbao. De postre, degustaron la tarta nupcial de chocolate, que es la favorita de los novios.
Un gran fiestón
Tras la cena, los novios abrieron el baile con la canción 'Your song', de Elton John y después los recién casados lo dieron todo bailando y cantando todo tipo de canciones y estilos al ritmo de DJ Diego Aguas. La fiesta duró hasta altas horas de la noche.
Para reponer fuerzas, había un puesto de hamburguesas preparado. La recena corrió a cargo de Goiko.
La preboda y posboda
Un día antes de la boda, los novios organizaron una divertida fiesta para dar la bienvenida a sus invitados que venían de diferentes puntos de España.
Para esta ocasión, Flora escogió un vestido de fiesta total, con adornos metalizados de la firma cántabra Tete By Odette, como guiño a la tierra del novio. Los novios disfrutaron la máximo de su última noche de novios y bailaron a ritmo de reguetón, demostrando que no se les da nada mal.
El domingo, los recién casados y sus invitados continuaron con la celebración y hubo una serie de sorpresas que prepararon para los invitados.
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