Diez Parques Nacionales, nueve Parques Naturales, 22 zonas forestales, centenas de senderos naturales y miles de kilómetros para hacer trekking o para montar en bicicleta, esto es solo una parte de la naturaleza que ofrece Hungría. Pero hay mucho más. Te mostramos algunas píldoras que demuestran que hay más vida más allá de su capital, Budapest, y que cualquier rincón del país es meritorio de un viaje.
La naturaleza desde otra óptica
La mayor extensión de agua dulce de Hungría (y también de Europa Central) se encuentra en el lago Balaton. Aquí la mayor parte de las actividades y atracciones turísticas están relacionadas con el agua: pesca, navegación, parques acuáticos y, en invierno, patinaje sobre hielo. Pero también hay alternativas para los amantes de la naturaleza en modo terrestre, puesto que en esta zona hay una red de senderos para los amantes del ciclismo y la bicicleta de montaña, además de numerosos campos de golf, para conocer la naturaleza húngara desde otro punto de vista.
Vistas panorámicas
Justo en la frontera con Eslovaquia se encuentran las montañas Zemplén, una cadena montañosa salvaje que ofrece una vista alucinante de sus acantilados ubicados a 100 metros sobre el agua. Esta zona de naturaleza de Hungría es perfecta para todo amante del ciclismo de montaña, pero también para los más aventureros puesto que en las proximidades, en el río Tisza, se pueden realizar actividades de kayak, jet surf y esquí acuático entre la naturaleza más salvaje y virgen del río.
La llanura más grande de Europa
Una visita obligatoria para los amantes de la naturaleza es la región de Hortobágy. Esta zona, considerada la llanura más grande de Europa, es Patrimonio Mundial de la UNESCO y el lugar en el que vive la antigua raza de ganado vacuno autóctono de Hungría, el Gris Húngaro.
Se encuentra, concretamente, a tan solo dos horas de Budapest convirtiéndose en una visita perfecta para combinar si se viaja a la capital del país. A esta llanura, o desierto herbáceo, a la que se llama Puszta, guarda en su interior el Parque Nacional de Hortobágy, uno de los lugares más bellos para disfrutar de la ornitología en el país, pues cuentan con 340 especies de aves contabilizadas a lo largo y ancho de su naturaleza.
Ornitología y trekking
En la parte occidental de Hungría se encuentra uno de los Patrimonios de la Humanidad nombrados por la UNESCO del país. Se trata del Parque Nacional Fertő-Hanság donde, en su superficie de 309 kilómetros cuadrados, se pueden realizar diferentes actividades que van desde rutas de trekking hasta paseos en canoa por el lago Fertó, donde viven más de 35 especies de peces. Además, este es un lugar muy especial para los amantes de la ornitología, pues en su naturaleza podrán ver diferentes especies de garzas, aves rapaces y aguiluchos laguneros.
Naturaleza subterránea
Además de la naturaleza terrestre que ofrece Hungría, el país cuenta con una riqueza subterránea kárstica única y muy interesante de explorar. Una de las más curiosas es la de las Cuevas de Estalactitas de Aggtelek, otro Patrimonio de la Humanidad que cuenta con un paisaje subterráneo conformado por más de 1000 cuevas que se comparten entre las zonas de Hungría y de Eslovaquia.
Sus grutas, según dicen los expertos, comenzaron a formarse hace dos millones de años a causa de los ríos, aunque algunas surgieron por aguas profundas y por agua que se iba filtrando a través de las grietas de roca caliza. De todas estas cuevas catalogadas en la región, son visitables 273, lo que convierten a Hungría en un territorio perfecto para todos aquellos amantes de la espeleología y para todos aquellos que quieran disfrutar de una paisaje mágico bajo el cielo.
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