El marido de la infanta Cristina está “hundido, deprimido en grado máximo” y “peor que nunca”, según ha escrito Pilar Eyre en su blog ‘No es por maldad’. Iñaki Urdangarin está sumido en una rutina que se le hace cuesta arriba y la soledad le ha derivado en “una profunda y preocupante depresión” que le ha llevado a precisar de tratamiento.
Desde que entró en la prisión de Brieva ha dejado de tener contacto con las personas salvo cuando su familia va a visitarle. “Juega al frontón contra sí mismo, lee, escribe un diario, ve televisión, reza, recorre los cuarenta metros que tiene su patio, ¡siempre solo! Ni siquiera hay funcionarios con los que hablar, porque ellos no tienen permiso para estar con él, a menos que deban prestarle algún servicio”, escribe la periodista.
Se ha llegado a ofrecer 200.000 euros por una imagen de Iñaki en prisión
La vigilancia es extrema desde el principio, “se han llegado a ofrecer hasta 200.000 euros por una imagen suya en prisión”. “Se examina hasta el recto de los visitantes para que no puedan introducir ningún móvil”, escribe Pilar. También vigilan el cielo por si algún dron sobrevolara la prisión para fotografiarle.
Lo único que le hace feliz son las visitas de su abogado y familiares. Con su mujer, la infanta Cristina habla “un cuarto de hora desde una cabina al lado de su celda” y “tiene otros diez números más con los que puede comunicarse si quiere”.
En cuanto a las visitas, sus hijos se reúnen con él en una salita cada dos semanas y los vis a vis con la hermana del rey Felipe VI se producen en un cuarto provisto de cama y lavabo todas las semanas. “Me dicen que estos encuentros íntimos suelen ser muy descorazonadores para ambas partes. Y en locutorios a través de cristal, van a verle sus hermanos, su madre y sus sobrinos”, escribe Eyre.
Entre las peticiones que le hace Urdangarin a su mujer están el llevarle “libros, prendas de ropa y unas zapatillas de deporte”.
El primer permiso de Urdangarin será a finales de 2019
Según un experto del mundo penitenciario que ha hablado con Eyre, la decisión de que Iñaki Urdangarin estuviera mejor solo en la cárcel fue un error. “Se equivocaron o fue muy mal aconsejado, mucho mejor estaría en un módulo de respeto en la prisión de Palma, por ejemplo, porque podría interactuar con otros presos, aunque es cierto que habría el peligro de que le hicieran fotografías”.
A Iñaki se le presentan unas Navidades muy duras, sin poder ver a su familia ni salir de la prisión por las bajas temperaturas. La fecha prevista para su primer permiso penitenciario se prevé que sea entre noviembre y diciembre de 2019. Cuando esto ocurra, la infanta Cristina podría trasladarse a vivir a Madrid.
Pilar Eyre ha preguntado si el cuñado del rey pedirá que le cambien de régimen carcelario pero parece que nunca se hará esta proposición porque “su entorno le suplica que aguante” ya que “para la institución sería un golpe fatal una fotografía del cuñado del rey en la cárcel. ¡Estar solo es el último servicio que puede hacerle a la corona, aunque le cueste la salud mental!”, concluye la periodista .
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