Isabel Pantoja no levanta cabeza entre unas cosas y otras. En los últimos años, la tonadillera ha tenido que hacer frente a problemas serios con la justicia, a la adicción a las drogas de su hijo, Kiko Rivera, y a sus abultadas deudas. Un ocaso que la habrían llevado a pensar en "tomarse un bote de pastillas" y desaparecer.
Isabel Pantoja, hundida
No era ningún secreto que la delicada situación que atravesaba la cantante no era buena, pero ahora diversas fuentes apuntan a que es aún peor de lo que se pensaba. "Ella está muy mal. Tanto que a veces ha pensado en tomarse un bote de pastillas y acabar con todo", aseguran fuentes cercanas a la artista al diario 'La Razón'.
Sin discográfica
Febrero no ha sido un buen mes para la cantante. El pasado día 12 finalizó su contrato con la discográfica Universal, lo que significa que ahora mismo Isabel Pantoja se encuentra sin compañía.
Universal adelantó a Pantoja 800.000 euros. La tonadillera utilizó este dinero para para pagar parte de la deuda de un millón de euros que tiene de su condena por blanqueo de dinero, delito por el que tuvo que ingresar en prisión.
El citado medio apunta a que el contrato podría haberse renovado si la cantante hubiera aceptado bajar su caché, algo que no quiso hacer.
"La discográfica quería continuar haciendo galas bajando su caché –de 100.000 euros por concierto– e Isabel se negó, a eso y a cantar sin los setenta músicos que la han acompañado desde que empezó, en noviembre de 2016 en el teatro de Aranjuez (Madrid). Dicen que no les sale rentable, pero ella ha estado mucho tiempo sin actuar porque tenía contrato de exclusividad. Debería reclamar", apuntan desde el club de fans de la cantante.
Los problemas con las drogas de Kiko
A la mala situación profesional de la cantante se suma lo que ha tenido que pasar con Kiko Rivera por su adicción a las drogas. El Dj lo confesó el pasado mes de enero en 'GH Dúo', y confirmó que salió del bache gracias a su mujer, Irene Rosales, y a su madre.
"No lo he dicho nunca, pero tuve adicción a las drogas y lo pasé muy mal. Me juntaba con malas compañías y gracias a mi mujer, a mi madre y a mis amigos de verdad, he conseguido salir de ese mundo. Consumía hachís y marihuana a diario. También cocaína. Estaba enganchado", dijo.
La depresión que Kiko sufrió recientemente escondía, según él, este proceso de desintoxicación. El día que el hijo de Isabel Pantoja decidió cambiar fue aquel en el que Irene llamó a la tonadillera para pedirle ayuda. "Me siento enormemente feliz por el cambio que ha dado. Yo no podía más. Por eso llamé a Isabel, para pedirle ayuda. Intenté hacer de todo, y lo único que me quedaba era eso. Cuando se lo contó todo a su madre sintió una gran liberación", aseguró en directo.
Las pullas de Chabelita
Al ocaso de Pantoja también ha contribuido, en cierta manera, su hija Chabelita. La joven hizo una exclusiva en enero en la que no dejaba en buen lugar a su madre.
La joven contó que su hermano Kiko no entró en un centro de desintoxicación porque Isabel no quiso: "Kiko quería ingresar en un centro, ahora sé que para quitarse de las drogas, y mi madre le dijo que no. Yo la escuchaba hablar por teléfono: 'Mi hijo no va a ir a un centro, se queda en casa".
Además, Chabelita confesó que su familia le ocultó durante meses el problema con las drogas que tenía Kiko, y aseguró que le dieron la versión oficial: que estaba con depresión.
Las abultadas deudas de Isabel Pantoja
A todo esto se suman las grandes deudas que tiene la tonadillera. Desde finales de 2018, sobre Cantora pesan dos nuevos embargos por un valor de 397.371,98 euros. Uno por las deudas de Kiko y otro por las de su madre.
Lo más grave es que el 11 y el 20 de diciembre, la Agencia Tributaria pidió sendas certificaciones de cargar sobre la casa de los Pantoja, el paso previo para que Cantora pueda salir a la subasta.
Madre e hijo heredaron la titularidad de Cantora de Paquirri. El 52,40% es de la cantante, mientras que Kiko posee el 47,60%.
La tonadillera pidió una primera hipoteca por valor de 2,7 millones de euros, pero las cosas no fueron bien y se vio obligada a pedir un periodo de carencia para ampliar el plazo de la devolución del dinero. Más tarde, Isabel ingresó en prisión.
Mientras estaba en la cárcel, la cantante hipotecó Cantora a favor de la Agencia Tributaria por valor de 1.100.000 euros. En estos momentos, la deuda total sobre Cantora llega a los 4.206.461,40 euros.
Todos estos factores son los que habrían llevado a Isabel Pantoja al borde de la desesperación. Veremos qué acaba ocurriendo y si la tonadillera acaba por salir del pozo en el que parece estar metida.
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