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Kiko Rivera llama a ‘Sálvame’ para pedirle a su madre que cuelgue y evitar que siga hablando

Apoteósica tarde que quedará para el recuerdo la que se ha vivido esta tarde en ‘Sálvame’ con Carlota Corredera al frente del programa. Después de que Isabel Pantoja haya soltado

Apoteósica tarde que quedará para el recuerdo la que se ha vivido esta tarde en ‘Sálvame’ con Carlota Corredera al frente del programa. Después de que Isabel Pantoja haya soltado lo más grande y se haya explayado criticando la vida que lleva su hija y culpar a Dulce de ello, el espacio de Mediaset ha recibido otra llamada en directo simultánea, la de Kiko Rivera. El Dj se ha visto obligado a llamar al programa al no poder contactar con su madre al no poder hacerlo de otra forma y pedirle que colgara ya el teléfono para evitar que siguiera hablando.

Kiko comenzaba diciéndole a su madre: “Quería decirle que ya no es necesario, que ya está, que los que le queremos de verdad sufrimos con verla así. Yo no estoy al lado suyo para quitarle el teléfono y decirle: ‘mamá, basta’. La única manera que tenia de decírselo era entrando aquí, porque yo estoy en Sevilla y ella en Cantora. Es mi madre, yo sufro por ella, y ella también es mi hermana pero ella es mi madre y me duele verla así”.

“Mamá, no es necesario. Te he llamado cien veces mientras te escuchaba, está muy bien que te expreses, te apoyo”, le decía Kiko, mientras su madre le contestaba, entre lágrimas: “Tenía que aclarar cosas que no son ciertas”.

"Hay que seguir como una familia unido que somos"

Kiko trataba de tranquilizarla: “Ya lo sé pero no es necesario. Ya esto lo hemos hablado personalmente los dos. Hay que seguir como una familia unida, como somos. Porque aunque la gente crea que no, lo somos”. Algo con lo que estaba de acuerdo Isabel: “Pues sí, exacto. Ese es el problema. No me importa que España crea que no estamos unidos, porque yo te quiero a ti y a mi hija exactamente igual”.

“Pues como debe ser, pero no es necesario, pero esta maravillosa familia tendrá que continuar con su maravilloso programa y creo que les estamos interrumpiendo”, señalaba Kiko, a lo que Carlota Corredera contestó con un “bendita interrupción”. Sin embargo Kiko no pensaba lo mismo: “Bendita para vosotros, no para nosotros”.

Después Carlota explicaba: “Yo he hablado en la publicidad con tu madre, en privado, y más allá del interés y del regalo profesional que está siendo para todos los que estamos aquí , al final con el silencio han pasado muchas cosas, se han contado muchas cosas de tu hermana , ha tenido un verano en la que hemos hablado de ella muchas tardes, de cosas que tu madre se ha emocionado y yo creo que nos ha conmovido a todos escuchar, porque al final era  una madre diciendo que pasa miedo, diciendo que está más tranquila con su hija dentro de ‘Gran Hermano VIP’, que en su propia casa”.

Kiko sobre las palabras de su madre: "Son declaraciones demasiado fuertes"

Kiko respondía: “Son declaraciones demasiado fuertes pero creo que ya no es necesario. Ha estado maravillosa. Súper bien, vosotros la habéis tratado de maravilla y te pido, mamá, que ya te despidas y les desees una maravillosa tarde  a todos y sigan con su producción, que seguro que tienen muchas que contar porque a mi me duele vete así y no estoy cerca ahora para estar ahí. Así que por favor, la única manera de decírtelo era por aquí, por el ‘Sálvame’, manda cojones”.

Su madre le respondía entonces: “No pasa nada, lo importante no es que me lo hayas dicho por este programa. Tu estás siempre en mi corazón igual que tu hermana y ya he dicho todo o casi todo lo que tenía que hablar”. Kiko añadía que aún quedaban “muchas cosas de las que hablar” y ella continuaba diciendo: “Ya lo sé pero queda mucho tiempo. Cada cosa tiene su tiempo pero ya hoy era demasiado fuerte todo y yo no puedo soportar ya tantas mentiras porque os voy a decir una cosa, el maltrato psicológico hacia una persona, eso es tremendo. Tremendo. No sabéis lo que es un maltrato psicológico”.

Los ruegos de Kiko a su madre: "Mamá, ya está. Cuelga el teléfono"

Kiko apuntaba: “Para los que lo vivimos desde fuera, también lo sufrimos, pero somos una familia unida y de todo se sale”. Pantoja, que no podía contenerse, seguía hablando: “Yo prefiero que tu hermana esté los tres meses dentro de ese Gran Hermano, ese, como se llame. Que esté ahí, tranquila y que haga un concurso bueno, que se divierta, que se lo pase estupendamente, pero si pido por favor, que a la familia Pantoja, a la que está fuera, a la que está unida, a las personas que nos metemos con nadie y que no hablamos de nadie en un programa, que nos dejen al menos diez minutos al día vivir, porque esto es un acoso, es un acoso. Una persona no puede vivir acosada. Tenemos muchos problemas en este país, que no tenéis valor ni de nombrarlos y en esa misma cadena. Todos saben de lo que estamos hablando”.

El hijo de Isabel Pantoja volvía a rogarle a su madre que colgara para que no siguiera metiéndose en camisas de once varas: “Mamá, ya está, creo que ya está bien. Mamá, cuelga el teléfono en cuanto puedas. Que tengáis todos una buena tarde. Mama, cuelga el teléfono”. Su madre respondía: “No te preocupes, ya voy a terminar, que te quiero”.

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