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El casoplón de Jesús Calleja, su hijo nepalí y sus aventura con Zapatero y al borde la muerte

El expeluquero y aventurero leonés, de 52 años, nos enseñó su magnífica casa, habló de sus aventuras más extremas y de su vida privada, hasta entonces desconocida.

Jesús Calleja, que acaba de estrenar ‘Volando voy’, fue entrevistado en ‘Mi casa es la tuya’ por Bertín Osborne el pasado miércoles teniendo como escenario su lujosa propiedad en Golpejar de la Sobarriba, localidad perteneciente al municipio de Valdefresno, situada en la provincia de León.

Se trata de un casoplón de tres plantas y de 1.001 metros con jardín, una piscina enorme, varios garajes, un hangar de casi 90 metros cuadrados, donde tiene su helicóptero, y un helipuerto privado. Además tiene un terreno de 15.047 metros y magníficas vistas, y en un segundo edificio, dentro de la misma parcela, tiene una escuela de alpinismo.

Bertín hizo un repaso de su trayectoria profesional y de cómo pasó de ser peluquero, con su local propio, -profesión que le viene de familia-, a ser aventurero y con programa propio.

Calleja: “Gracias a Zapatero conseguí la renovación”

Calleja le reveló a Bertín como “gracias a Zapatero”, consiguió que Cuatro le renovara el programa. Jesús fue vecino de José Luis Rodríguez Zapatero e iba a cortarse el pelo al local de su familia. Así que en 2008 tiró de contacto y le invitó al programa de ‘Desafío extremo’. El éxito del programa le hizo conseguir lo esperado, la renovación.

“Llegué un día y le dije a los jefes que tenía a Zapatero para hacer un programa. ¡Imagínate! Nunca un presidente de España ha hecho en este país un programa del estilo, pero es bueno. Lo primero porque normalizamos al presidente y dejamos que se le vea haciendo cosas humanas y luego porque yo me gano la renovación. Le dije que se tenía que venir por cercanía y por proximidad y por todo”, bromeó Calleja.

Una gran caída y el momento lésbico que presenció con Zapatero

“Hicimos amistad y luego me llamó un día para ir a la montaña sin cámaras. Escogí un lugar. Él llegó con una UVI móvil, por si le pasa algo al presidente”, contó Calleja. Durante la jornada ocurrieron dos anécdotas. La primera, que dos jóvenes se cayeron por una cascada y se rompieron varios huesos, y Calleja y Zapatero les atendieron. La llamada de uno de ellos fue: “Ha venido el de la tele y el presidente que ha traído una UVI”.

La segunda ocurrió cuando Zapatero pisó una raíz y cayó al río, cuando Jesús fue a rescatarle, retiró unos matojos y encontró a “dos chavalas en un momento erótico, escondidas”, totalmente desnudas sobre una manta en el suelo. Las jóvenes se encontraron de repente con Calleja, Zapatero y 40 guardias civiles.  

El presentador quiso indagar más en la vida personal de Calleja y le preguntó por su estado civil, por su familia y lo difícil que debe ser compaginarlo viajando tanto. “Nueve meses al año estás fuera. No estás ni en tu país”, señaló el leonés dejando claro que tener pareja es imposible. “En todo mi equipo creo que solo ha habido una boda. Eso dice mucho”, indicó, aunque “no significa que no nos lo pasemos bien”.

La tremenda historia de su hijo adoptivo

El aventurero reveló en la entrevista cómo conoció a su hijo adoptivo Ganesh hace años. “Es una carambola de la vida. Realmente no lo adopté como tal porque nunca ha habido ningún tipo de papel de por medio”.

Calleja contó que le conoció en uno de sus viajes a Nepal, país al que ha ido en varias ocasiones. “Estaba con unos amigos y vino un chico que chapurreaba cuatro palabras en español y nos hizo de guía. Era salado como él solo, que te morías de gracioso… La última vez que le vi, fui a sacarle de una perrera donde le había mordido una rata en la oreja y el talón de Aquiles”. 

“Volví a verle dos o tres veces más y, de repente, le encontré muy malo”. Jesús contó que el joven tenía tuberculosis y no lograba recuperarse por las condiciones de vida del país. “Empezó a llamarme papá. Claro, era muy zalamero y, al final, decidí adoptarle. Nos pusimos con los trámites del pasaporte y visados”.

Una vez que lo tenía ya en España, lo instaló en su casa.“Conseguí traerlo a España. Estuvimos un año para quitarle la tuberculosis. Luego no quería volver a Nepal ni loco… Mi madre me decía que estaba loco y luego se hicieron cargo encantados. Yo no sabía lo que era ser padre, hice lo que pude”

Calleja le pagó los estudios, el joven estudió formación profesional, electrónica, y Calleja le prometió una moto si sacaba buenas notas. “Fue el mejor de la clase”, presumió Jesús, pero Ganesh no quería una moto, le dijo que lo que más deseaba era que fuera a buscar a Nepal a su mejor amigo, Suresh, que también estaba muriendo de tuberculosis.

Calleja volvió a Nepal y se lo trajo. “Cuando traje de Nepal a Suresh, me dijo que era tradición para su cultura que el padre eligiera a la novia y tuve que ir allí a que una casamentera con catálogo eligiera a una chica”. No sería el último viaje a Nepal, después volvió para traer a la hermana de Ganesh.

Ahora sus tres ‘hijos’ adoptivos viven en España y están inmensamente agradecidos a Calleja, la persona que les salvó la vida. “He tenido la suerte de conocer a Jesús y que me diera esta vida que tengo ahora”. Además los padres de Ganesh vendrán este año a España.

Calleja, al borde de la muerte

El aventurero desveló a Bertín uno de los episodios peores de su vida, cuando se quedó solo en una cueva, a miles de metros bajo tierra, sin agua y sin comida hasta que, finalmente, lograron rescatarle. Calleja relató lo sucedido: “Nos pillaron unas inundaciones que nos quedamos atrapados a 2.137 metros o a 1.800. 10 días atrapados, sin comida. A 0 grados de temperatura, sin posibilidad de salir, y una cantidad de agua cayendo... Mi hermano estaba arriba… Total, que quedamos atrapados, intentan sacarnos de allí y no pueden. Llega el ejército de aquel país, no pueden, y nos dan por desaparecidos”.

“Kike [su hermano] me mentía y me decía que no me preocupara, que lo estábamos haciendo para que luego el programa tuviera más audiencia… Yo estaba pasando el mayor miedo que yo he pasado en mi vida y no me importa decirlo. Fue allí. Yo pensé que no salía vivo. Es como encerrarte vivo sin posibilidad de que nadie te saque, en el lugar más hostil. De repente, te llegan las mayores inundaciones de los últimos 28 años”, explicó a Bertín.

El hermano de Jesús, que compartió mesa con el aventurero, sus padres y Bertín, continuó relatando la aventura: “Donde nos quedamos es el desagüe natural del Cáucaso… Nevaba, llovía, granizaba, se deshacía… y todo se convertía lógicamente en agua… Los sistemas cársticos son como una esponja, todo lo que llueve y lo que se deshace va para dentro”.

Kike continuó contando la historia: “A Jesús le pilló toda la inundación, pero eso no acabó ahí. ¡Jesús, acuérdate que el susto gordo también llega cuando logras salir! Cuando ya estás fuera, con todo el equipo de rusos, y Sergio, un amigo nuestro que estaba allí también ayudándonos, se quita el traje y le entró una hipotermia, una tembladera que se le cortó la circulación. Le tuve que quitar la ropa, desnudarle entero, que es un sistema que hay que hacer en montaña, y meterme con él en el saco de plumas, los dos desnudos, porque así le pasas el calor rápidamente y sube la temperatura corporal”. 

El hijo adoptado de Calleja, Ganesh

La casa de Jesús Calleja.

La casa de Calleja tiene decoración oriental.

Bertín entrevistó a Calleja en la casa del leonés.

La casa de Calleja.

La casa de Calleja.

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