A menos de 15 días del aniversario de su muerte (31 de agosto), el jefe de la guardia de Lady Di, Ken Wharfe, desvela de manera indiscreta, algunos de los secretos mejor guardados por la princesa y algunos miembros de la casa real. Secretos que han viajado a lo largo de los seis años que el guardaespaldas ha acompañado permanentemente a una Lady Di muy desconocida para el resto del mundo.
Os desvelamos los 5 secretos más llamativos publicados en el libro:
- Coqueteo con su servicio
La ‘estrecha’ relación que Lady Di guardaba con sus guardaespaldas, con los que pasaba la totalidad de sus días, era conocido por los miembros de la casa real. Tal era así, que en una ocasión Diana de Gales se encontraba semi desnuda, a la vista de Ken Wharfe y un pequeño príncipe Guillermo, puso una toalla alrededor del cuerpo de su madre. Según el guardaespaldas: “Diana le regañó y dejó caer la toalla al suelo, quedándose completamente desnuda delante mía. Se echó a reír, y segundos después la recogió volviendo a cubrirse”.
- Pelea entre Diana y la ‘Rottweiler' (Camila Parker)
Ese es el apodo que la princesa Diana puso a Camilla Parker Bowles tras lo sucedido en el cumpleaños de la hermana de Camila, fiesta a la que decidió asistir cuando ya era un secreto a voces que ella era la amante de su marido y todos los invitados a la fiesta lo sabían. Nadie se esperaba su presencia, pero lo hizo para vender a la sociedad la unidad de su matrimonio, aunque ya no existía. El príncipe Carlos y Camila desaparecieron varias horas a la vista de Diana, quien pidió a su guardaespaldas que le ayudara a encontrarlos. Estaban en el sótano de la casa, sentados hablando. Cuando vieron a Diana se pusieron nerviosos en pie (llevados por la culpa), ella les invitó a sentarse y les pidió explicaciones de que estaba pasando con ellos. Tras unos minutos de una conversación superficial, salieron y siguieron en la fiesta por separado. En el coche, de vuelta a palacio Diana de Gales no paraba de repetir a su marido “cómo has podido hacerme esto, me has ridiculizado”. Era la humillación de una joven que reclamaba explicaciones al hombre, que según creía el guardaespaldas, amaba de verdad.
- El amuleto sexual
Su hermana, Sarah McCorquodale, escondió un vibrador en el bolso de Diana a modo de juego. Lo que no se imaginaba es que éste, se convertiría en imprescindible para la princesa que lo llevaba a todos lados. Se convirtió en su amuleto de la suerte, llamado ‘Le Gadget’, el cuál mandaba a buscar y enviar a todos los países donde ella viajaba.
- Realizaba tareas domésticas, incluso a sus guardaespaldas
Parece mentira que Diana de Gales disfrutara realizando todas las actividades domésticas. Así lo hizo en un viaje que realizaron para ver a su madre. Por petición expresa decidió que no llevarían personal de servicio y fue ella misma quien se ofreció a planchar las camisas de sus guardaespaldas. Ante la insistencia de ella por la negativa de sus guardaespaldas, decidieron aceptar, como declara Ken Wharfe: “La imagen de ella de pie en una tabla de planchar, con uno de sus guardaespaldas sin camisa provocaba ataques de risa”.
- Tatuajes, pole dancing e infidelidades
Los guardaespaldas de Diana de Gales aprovechan para contar todos los detalles de algunos miembros de la casa real. Como publica la revista 'Star', en una una serie de artículos sobre la casa de Cambridge, aseguran que Harry de Inglaterra es fan de los tatuajes en el culo, que Catalina de Cambridge adelgazó tras su embarazo del príncipe George realizando pole dancing (al que asistía con pañuelo y pelucas para no ser reconocida) y que la boda de Isabel II casi no se celebra ya que Felipe de Edimburgo se encontraba ocupado con otras mujeres, horas antes de la celebración.
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