Julio es tiempo de lavanda. Julio es tiempo de campos teñidos de color morado y de olor que recuerda a infancia, a familia y a pueblo. Y es también uno de los meses en donde más viajeros y curiosos buscan esos lugares donde ir a visitar, desconectar y descubrir la belleza de los campos de lavanda que se reparten por la geografía española. Más allá de la capital de la lavanda de la Alcarria, Brihuega, existen varios pueblos donde ir a disfrutar de este estallido de color (y olor) violeta.
Brihuega, la capital de la lavanda
La llamada Provenza española es el principal destino para disfrutar de los campos de lavanda en plena floración veraniega. Sus campos son los más famosos de España hasta el punto de contar con el Festival de la Lavanda, un evento que aglutina conciertos —los próximos 12 y 13 de julio estarán cantando allí Maldita Nerea y Rozalén—, talleres, visitas a los campo y eventos gastronómicos relacionados con esta planta que atrae a personas de todas las partes del mundo para disfrutarlo. Tal su éxito y la belleza que se genera alrededor del festival que la gente va vestida de blanco dejando destacar los colores morados y lilas sobre el resto. Una maravilla que merece ser conocida en primera persona.
Además de sus campos de lavanda, a Brihuega no le faltan motivos para ser visitada pues este pueblo cuenta con un patrimonio histórico y cultural que terminan por completar la experiencia. Declarada conjunto histórico-artístico, la villa cuenta con varios atractivos que convierten la estancia en inolvidable. En un paseo por el pueblo se debe hacer la visita al ayuntamiento y a la Iglesia de San Simón, declarados Bienes de Interés Cultural, son indispensables. Igual que el Castillo de peña Bermeja o las cuevas árabes que, datadas de entre los siglos X y XI, conforman con sus ocho kilómetros una verdadera ciudad subterránea de los cuales 700 metros están abiertos al público.
Y dos visitas más (y realmente curiosas), el Museo de las Miniaturas del Profesor Max, donde ver auténticas obras de arte en miniatura, y el Museo de la Miel de la Alcarria para conocer uno de los productos más importantes de la zona.
Caleruega
Uno de los pueblos más bonitos de Burgos, Caleruega, es otro de los destinos más demandados para ir a visitar los campos de lavanda, incluido en la Red Nacional de Pueblos Acogedores por su preciosa naturaleza, su patrimonio sorprendente y unas bodegas que forman parte de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Cada verano celebran su Lavanda Fest, un evento que gira alrededor de la lavanda con conciertos —con Soleá Morente y Siloé e los cabezas de cartel—, mercado de artesanía, foodtrucks y magia.
Cilleruelo de Arriba
En la comarca de Arlanza se encuentra el tercer pueblo en el que disfrutar de la belleza de la lavanda, Cilleruelo de Arriba. Allí se celebran los días 3 y 4 de agosto la Fiesta de la Cosecha de la Lavanda, un evento que acoge diferentes actividades a lo largo del fin de semana: el día comienza con yoga, se realizan talleres florales, catas de cerveza entre los campos de lavanda y catas de vino organizadas por la Ruta del Vino Arlanza en algunas de las bodegas de la zona. Además de estas actividades, esta villa es conocida por su historia y arte, por eso no hay que dejar de visitar la Iglesia de Santa María de la Torre (XVII y XVIII) —de estilo gótico— y la talla de su Cristo crucificado que se encuentra en su interior.
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