DolceVita

Los ostentosos y abigarrados pendientes de Letizia eclipsan su último acto

Tras la visita ultrabreve que hizo Barack Obama, unos días después de la que hizo su esposa, Michelle Obama, y que causó furor, Letizia ha retomado su agenda con normalidad. Estaba previsto que este lunes tuviera un almuerzo con el Presidente de Estados Unidos, pero los sucesos de Dallas acortaron la visita a tan solo unas horas.

La Reina ha participado este martes en la III edición del ‘Premio Fundación Consejo España-India’ que premian la aportación a las relaciones entre ambos países. Este año los premiados han sido los cineastas Zoya Akhtar y Carlos Saura.

Con lo que le gusta a Leti el cine habrá disfrutado como una enana con esta entrega de galardones a la que ha asistido bastante mona y discreta salvo por un detalle que más adelante os desvelaré.

Letizia ha apostado por un vestido blanco sin mangas de silueta recta, con tejido de rafia, y que apunta a Varela. Un diseño que le sienta genial y ya sabéis que la Reina me encanta con este tipo de patrones. Desde hace ya varios días Letizia opta por los colores claros, pero ya es una pesadez verla siempre con faldas blancas (para ejemplos: aquí, y aquí). No obstante, me parece que el vestido es bastante adecuado.

Adecuados me han parecido también sus salones de pitón (creo que de Carolina Herrera), muy elegantes y sofisticados, y su ‘amortizadísima’ cartera de Uterqüe labrada que es de hace ya, al menos, dos temporadas.

Hasta aquí un look bastante ‘majo’ que dicen por mi tierra. Sin embargo, petrificada me he quedado al verle las orejas a Su Majestad. La Reina ha estrenado unos llamativos y, para mi gusto, ostentosos pendientes blancos. Están formados por una flor, pero el drama viene cuando de esa flor cuelgan una serie de florituras y adornos que recargan hasta el exceso la alhaja. Parecen que están fabricados en porcelana fría, vamos que aún no he descubierto si son de bisutería o de joyería, aunque por el aspecto no creo que sean de metales preciosos.

Vamos, un despropósito. Unos pendientes con la flor no hubieran estado mal, pero ya con esos adornos ‘colganderos’ son too much. Algo que me extraña en la Reina que durante años ha llevado unos discretísimos pendientes de brillantes en forma de estrella. Debe de ser cosa de su estilista que le querrá alegrar los outfits sencillos.

En este acto, además, la he visto menos radiante. No sé si serán las fotos o los abigarrados pendientes, pero no tiene tan buen aspecto como otros días. En fin, todos tenemos días con ‘careto’.

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