Mariló Montero, de 56 años, siempre deja huella por sus palabras polémicas allá por donde pasa como le ocurrió hace unos días en 'Espejo público' cuando en el programa hablaron de la última consecuencia que había causado la lava del volcán Cumbre Vieja de la isla canaria de La Palma.
La colada se encuentra a unos 300 o 400 metros del cementerio de Las Manchas, por lo que este se encuentra aislado desde el pasado 1 de octubre y los vecinos no pueden visitarlo ni pudieron acudir el pasado 1 de noviembre, día en el que se celebrara el día de Todos los Santos.
Los palmeros viven con tristeza y preocupación lo que ha ocurrido también en el camposanto del municipio palmero de Los Llanos de Aridane ya que la ceniza cubre los 5.800 nichos pero además la última colada de lava amenaza con que a unos cientos de metros desaparezca bajo el magma el cementerio y con él sus seres queridos.
Susanna Griso preguntó entonces a los colaboradores del programa de Atresmedia si ellos eran de "ir a visitar los cementerios y a los seres queridos el Día de los difuntos".
Mariló Montero: "Vivo muy bien en un cementerio"
Mariló Montero, que fichó como colaboradora de 'Espejo Público' en septiembre, fue la primera en contestar: "A mí me gustan muchos los cementerios, el concepto. Me gusta visitarlos y creo que cada ciudad marca su idiosincrasia según el cementerio que tiene. Hay cementerios realmente bellos, muy bonitos, con construcciones muy bonitas. Y me refiero incluso a la disposición de los nichos y los materiales que usan".
La que fuera presentadora de TVE dejó sorprendidos a todos y continuó explicando: "Creo que el camposanto es un lugar de mucha tranquilidad. Yo me siento muy cómoda, muy a gusto. Quizá porque he convivido mucho con ellos desde muy pronto y vivo muy bien en un camposanto".
Unas declaraciones que dejaron atónita a Griso: "¡Qué curioso!", exclamó.
La presentadora, sobre los muertos: "A mí me gusta cuidarles. Es un lugar donde ir y reencontrarme con ellos"
La navarra explicó: "Mi cuñada es la que se ha encargado de ir al cementerio a poner las flores, cosa que agradecemos mucho en casa, pero a mí me gusta cuidarles porque tengo la cultura del enterramiento, no tanto de la incineración. En casa somos más.. ha habido de todo eh... pero creo que es un lugar donde poder ir y seguir reencontrándote con ellos".
"Aunque yo llevo a mi madre conmigo, obviamente, pero creo que es un lugar de encuentro. Me da igual si es para rezar, hablar o charlar. Es un anclaje", señaló.
Después mostró su empatía con los habitantes de La Palma. "Decían algunos familiares que estaban dispuestos a que no se enterrase dos veces a su hija, marido, pareja... Yo lo entendía perfectamente y quizás eso sea una nueva orfandad, el no poder ir a ese cementerio".
Unas palabras con las que Susanna Griso se mostró de acuerdo: "Yo lo he entendido esta mañana también", indicó.
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