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'MasterChef': José Mari no cumple la promesa que hizo a su hija y se queda sin llegar a la final

El aspirante del 'talent' culinario de TVE, que perdió su pin de la inmunidad la semana pasada, no conseguía superar ninguna de las pruebas y se convertía en el decimotercer expulsado

La octava edición de MasterChef está a punto de terminar. Tras la expulsión de la semana pasada, Juana, que era gran villana de la edición según los fans del programa, el talent culinario de TVE tenía preparado un primer reto de infarto: reproducir en 90 minutos un plato con tres estrellas Michelin diseñado por Jordi Cruz. 

Ana y Luna comenzaban la prueba con el delantal negro. Ambas concursantes intentaron ayudar a sus compañeros en la prueba final del programa anterior y como castigo los jueces decidieron que ellas fueran a la eliminación este lunes 29 de junio. Así, algunos de los críticos gastronómicos de nuestro país se disponían a probar los platos creados por los aspirantes mientras Paz Vega, subcampeona de la tercera edición de MasterChef Celebrity, visitaba de nuevo las cocinas para animar a los semifinalistas. 

Ana, primera en coseguir la chaquetilla para la final

Ana, primera finalista 

A pesar de que la aspirante contaba con el handicap que adquirió en el programa anterior, las buenas críticas convertían la elaboración de Ana en la mejor. De esta manera, Samantha, Pepe y Jordi decidían que ella fuera la primera finalista de esta octava edición y le entregaban el pase directo a que su sueño de convertirse en cocinera profesional se hiciera realidad. 

Mientras tanto, Luna continuaba con el delantal negro y José Mari, Alberto, Andy e Iván debían poner toda la carne en el asador para llegar a la final. En la última prueba por equipos, que rendía un homenaje a la gastronomía española y que se valoraba de manera individual, todos ellos estaban demasiado nerviosos preparando el menú diseñado por Eneko Atxa, pero el jurado ponía su mirada en el manipulador comportamiento de José Mari tras perder el pin de inmunidad la semana pasada. 

La capitana, muy centrada en su trabajo a pesar de estar salvada, no comprendía los comentarios negativos y malintencionados de su compañero y continuamente debía decirle que sus bromas no hacían gracia y que se centrara en cocinar. "Has envenenado a tu compañera con tus palabras. Es imperdonable", acusaba Jordi al concursante. "Estoy acostumbrada porque siempre es igual. Antes me hubiera afectado, pero ahora me da igual", respondía Ana. 

José Mari, el listo de la clase que se queda sin final 

Si las redes sociales pedían que Juana fuera la expulsada la semana pasada, con José Mari ha pasado prácticamente lo mismo durante toda la edición. Ambos, junto con Andy, se convirtieron en los más estrategas del programa por sus cuestionables comportamientos, pero el empresario y músico ha sido el que más comentarios negativos ha recibido, sobre todo en Twitter. 

Pero la prueba de eliminación, en la que repostero Pol Contreras, responsable del taller de creatividad del Hotel Echaurren Relais & Château, en Ezcaray (La Rioja), proponía la elaboración de un lingote lunar de chocolate y guindas con helado nitro de chocolate "à la minute", hacía que a más de uno se le atragantara el postre. Con este complicado plato que todos debían reproducir, José María se bloqueaba y se quedaba a las puertas de la final dejando sin cumplir la promesa que hizo a su hija. El concursante le había dicho que conseguiría la chaquetilla, pero su descuidado cocinado le costaba su puesto en el último programa del talent culinario de Televisión Española.

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