El cantante, de 62 años, se ha separado del que era su pareja desde hace años, el escultor valenciano Nacho Palau, con el que compartía la paternidad de sus cuatro hijos. Dos fueron adoptados por el cantante y otros dos provenían de su pareja.
“La decisión fue difícil”, ha escrito la periodista Carmen Rigault en ‘LOC’, para después señalar que no les quedó otra que opción que “repartirse los críos: dos para Miguel y dos para Nacho. Hoy los hermanitos se echan de menos, pero sus papás suplen esas carencias con largas sesiones de amor y Skype”.
Miguel Bosé decidió irse a vivir fuera de España hace unos años, primero a Panamá donde ha estado tres años y ahora se ha mudado a México. “Él suele decir que la culpa la tiene la prensa, por chismosa. Desde que vinieron al mundo sus cuatro hijos Bosé pasa casi todo su tiempo fuera. Primero eligió Panamá, el país donde nació. A lo mejor lo eligió por razones fiscales, pero yo en eso no me meto. Allá él”, ha escrito Rigault.
Sin embargo, el pasado martes se le vio por nuestro país. El cantante acudió a la segunda edición de Telva Tributo 2018, que premió y homenajeó a Naty Abascal, y se celebró en la Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Pilar Eyre: “Todas las parejas que se separan se han de repartir los hijos!”
La periodista Pilar Eyre también ha escrito en su blog acerca de la separación y reparto de los niños. “Miguel Bosé se ha separado de su marido, se han repartido los hijos y el mundo se ha venido abajo. Qué eso es tratar a los niños como mascotas u objetos, qué vergüenza y qué asco. Sí, pero… ¡Concho, que todas las parejas que se separan se han de repartir los hijos! ¿Qué sería mejor entonces, privar a uno de los cónyuges de sus pequeños del alma?”.
Después se puede seguir leyendo: “Tenemos que admitir de una vez que existen nuevas formas de ser familia, porque el mundo, por suerte, ha evolucionado. Pero, en realidad, a estos severos guardianes de la moral pública lo que opinemos les da lo mismo, porque lo que están diciendo en el fondo es que a los homosexuales les está vedado tener hijos y que debemos ponerlos en el sitio donde estaban antes: escondidos, humillados y disimulando. Pues conmigo, que no cuenten”.
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