De 11:00 a 12:00 han ido llegando los invitados por orden de protocolo en el Palacio Real y a mediodía dará comienzo el servicio bautismal en la Capilla Real –en el interior del Palacio-, oficiado por el arzobispo Antje Jackelén, asistido por el capellán del Rey, el Obispo Johan Dalman, y por el pastor de la Real Academia, capellán regular de la Corte, Michael Bjerkhagen, y de 13:00 a 14:30 continuará la celebración con una recepción y un almuerzo en palacio para los asistentes.
Por su parte, los padrinos del príncipe Oscar son cinco: Magdalena de Suecia, Federico de Dinamarca, Mette-Marit de Noruega, Oscar Magnuson -primo de Victoria- y Hans Astrom, primo de Daniel.
La familia real sueca quiere mostrar un bautizo solemne, y para ello, una salva de 21 disparos de cañón, la guardia real de honor y unos arreglos florales acentúan tal solemnidad.
El pequeño protagonista, cuarto nieto de los Reyes de Suecia y tercero en la línea de sucesión al Trono, recibirá entre costumbres centenarias las aguas bautismales procedentes de la isla sueca de Öland, como el resto de los miembros de la Familia Real sueca, ante la histórica pila de plata de finales del siglo XVII, diseñada por Nicodemus Tessin ‘el Joven’ en colaboración posiblemente con el escultor francés Bernard Fouquet, realizada por el orfebre francés Francois Cousinet y utilizada en todos los Bautizos Reales de la capilla desde 1746 en la ceremonia bautismal del príncipe heredero Gustaf, luego Gustaf III.
Otro gran detalle es el traje de cristianar de la familia que viste Óscar. Una prenda tejida en 1906 y que estrenó el príncipe heredero Carlos Adolfo, padre del actual soberano. Después de él lo lucieron sus cuatro hermanos -los príncipes Sigvard, Bertil, Carl Johan de Suecia y la reina Ingrid de Dinamarca-, sus cinco hijos -las princesas Margaretha, Birgitta, Desirée, Cristina y el rey Carlos Gustavo-. Los príncipes Victoria, Carlos Felipe y Magdalena también recibieron las aguas bautismales con este traje, así como la princesa Estelle, la princesa Leonore y el príncipe Nicolas. En 1935, con motivo del nacimiento de la princesa Margaretha, se decidió bordar el nombre de cada persona que llevara el vestido en una capa de seda satén.
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