En el ecuador de sus vacaciones, Pedro Sánchez apura sus días de descanso antes de retomar su actividad en el Consejo de Ministros del próximo 23 de agosto. Un año más, el presidente del Gobierno disfruta del verano en La Mareta, la increíble propiedad de Patrimonio Nacional en Teguise (Lanzarote), donde viaja desde que en 2018 fuera investido presidente.
Aunque hace unas semanas se aseguró que Pedro Sánchez, su mujer, Begoña Gómez, y sus dos hijas repartirían sus vacaciones como cada año entre Lanzarote y Doñana, donde se alojan en el Palacio de las Marismillas, diversas fuentes aseguran que finalmente no irán al Parque Nacional, por lo que sus días de descanso tendrán como escenario los 30.900 metros cuadrados de La Mareta, donde se encuentran desde la reunión que el pasado 2 de agosto el presidente mantuvo en el Palacio de Marivent de Mallorca con el rey Felipe VI.
Con acceso directo al mar, dos piscinas, un lago, helipuerto, pista de tenis y unos espectaculares jardines, esta lujosa propiedad se ha convertido en el destino vacacional de la familia Sánchez desde años. Un lugar muy diferente al que acostumbraban antes de que Pedro Sánchez llegase a la Moncloa.
El modesto apartamento de Pedro Sánchez en Mojácar
Fue en el año 2001 cuando, tras años veraneando en Mojácar junto a su tío, Pedro Sánchez adquirió una propiedad en el municipio almeriense por el que aseguran sentía pasión. Junto a su mujer, Begoña Gómez, el político compró un apartamento en el Victoria Building, un edificio construido en el año 2000 sobre lo que en su día fue el emblemático Hotel Mojácar, que tiempo atrás había cerrado definitivamente sus puertas al público.
Ubicado en pleno centro urbano, y a poco más de dos kilómetros de la playa, la urbanización se encuentra encastrada en la ladera de una montaña y cuenta con unas bonitas vistas al pueblo de Mojácar.
Aseguran que por entonces, Pedro Sánchez consiguió una ‘ganga’ por uno de los modestos apartamentos del Victoria Building, por el que pagó 120.000 euros. De construcción sencilla y colores claros, acorde a las líneas de la localidad almeriense, el edificio cuenta con viviendas de uno y dos dormitorios con terraza y una piscina en la azotea, gimnasio, jacuzzi y saunas en las zonas comunes.
Durante años, Pedro Sánchez, Begoña Gómez y sus dos hijas, Ainhoa (de 17 años) y Carlota (de 15 años), se dejaron ver paseando por las calles de la localidad, y sobre todo por las playas, donde disfrutaban de largas jornadas antes de poner rumbo al Aku Aku, su chiringuito favorito donde hicieron amistad con los dueños y disfrutaron de sus apreciadas paellas.
Sin embargo, en 2018, los planes vacacionales de la familia Sánchez cambiaron. La moción de censura a Mariano Rajoy y la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno hicieron que los veranos no volvieran a ser lo mismo.
Sin rastro de Pedro Sánchez en Mojácar
Apenas unas semanas después de su nombramiento como presidente, Pedro Sánchez recibió un informe del Departamento de Seguridad de Presidencia de Gobierno desaconsejando que fuera ese verano a Mojácar. Tras un estudio de la zona, prácticamente se le prohibió ir a su destino favorito, por motivos de seguridad, tal y como señaló por entonces ‘La Voz de Almería’.
Aunque aseguran que el político insistió en ir, finalmente, el palacio de Las Marismillas de Doñana fue el lugar elegido por Pedro Sánchez para sus vacaciones. Eso sí, tanto en 2019 como en 2020, varios vecinos desvelaron a la prensa local que Begoña Gómez sí había pasado unos días de descanso junto a sus hijas en Mojácar, donde no hay rastro de Pedro Sánchez desde 2017.
Hace unos días, un vecino del municipio confirmó a ‘El Español’ la ‘soledad’ que vive desde hace años el apartamento del presidente: “La casa sigue siendo de su propiedad, pero hace mucho tiempo que no se ve ningún tipo de movimiento de ellos. El apartamento, hasta donde sé, pasa cerrado la mayor parte del año”.
Mojácar fue durante años el destino favorito de Pedro Sánchez y su familia. Un lugar donde hicieron numerosas amistades y donde ni siquiera dejaron de ir en 2014, cuando el político fue elegido secretario general del PSOE, aunque por entonces los vecinos comenzaron a detectar ‘movimientos extraños’ por la zona por las medidas de seguridad.
Ese mismo año, pudimos ver a Sánchez saludando a los vecinos del municipio que se aceraron a él para felicitarle por su nuevo puesto. Dos años más tarde, en 2016, un tuitero compartía en redes sociales una imagen del matrimonio disfrutando de su chiringuito favorito tras la derrota del político ante Mariano Rajoy en las elecciones. Esta fue la última imagen de Pedro Sánchez en su querido Mojácar, donde pocos le esperan, al menos mientras sea presidente del Gobierno.
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