Convertidas en centros neurálgicos de ciudades y pueblos, en los puntos en donde los ciudadanos se juntan para socializar, disfrutar comiendo o divertirse, las plazas mayores son uno de los lugares en donde vale la pena hacer una parada se viaje donde se viaje. La historia y la cultura que se esconden tras sus edificios suele contar algunos de los acontecimientos más importantes que han pasado en la ciudad o, incluso, en el país.
A lo largo del tiempo, las plazas mayores han sido lugares de encuentro, de abastecimiento, de toma de decisiones, de manifestación, de celebración o festividad; han sido espacios que forman parte de la historia de y que vale la pena descubrir conociéndolas de cerca. Estas son algunas de las plazas más bonitas de Europa.
Plaza Navona
Convertida en una de las plazas mayores más bonitas de Roma, esta plaza mayor tiene su origen en la época romana donde se encontraba el Estado de Domiciano. Sus tres fuentes, del Moro, Neptuno y Cuatro Ríos -dedicada a cuatro ríos del mundo: Nilo (África), Danubio (Europa), La Plata (América) y Ganges (Asia), además de los bellos edificios que la rodean junto a sus bellos cafés la convierten en una parada obligada en cualquier viaje a la capital de Italia.
Praça do Comércio
En la bella ciudad de Lisboa, Portugal, se encuentra la plaza mayor llamada Plaza del Comercio. Ubicada frente al océano Atlántico y con forma de U, este espacio es uno de los más conocidos de la ciudad y es el centro neurálgico de todo lo que sucede en el país. Aquí estuvo ubicado el Palacio Real hasta que el terremoto de 1755 se lo llevase por delante. En la actualidad llama la atención, además de sus vistas hacia el mar, su impresionante Arco del Triunfo y la estatua de José I, ubicada en el centro de la plaza.
Plaza de España
Si bien es cierto que no hace falta decir mucho sobre la plaza de España de Sevilla, vale la pena recordar que fue creada para la Exposición Iberoamericana de 1929 por el arquitecto sevillano Aníbal González. Ubicada en el parque de María Luisa, de estilo renacentista y con 200 metros de diámetro, la Plaza de España cuenta además con 49 bancos hechos con mosaicos que representan las diferentes provincias españolas, a falta de Tenerife y Gran Canaria, pues cuando se hicieron no eran provincias independientes.
La Grand Place
En Bruselas, Bélgica, se encuentra una de las plazas mayores más bellas de Europa y, posiblemente, del mundo. La arquitectura de La Grand Place es para quedarse horas y horas disfrutando de su belleza. Su ayuntamiento, de 1459, es una de estas grandes obras de arte que la rodean en la que destaca una torre de 96 metros de altura culminada con la estatua de San Miguel. El hotel de Ville, es el edificio principal y también el más antiguo. Y también vale la pena hacer una parada en La Maison du Roi, construida en 1536, que hoy en día acoge el Museo de la Ciudad.
Marienplatz
La plaza mayor o plaza principal de Múnich, Alemania, es Marienplatz, el mismo lugar en el que se encuentran los ayuntamientos, nuevo y antiguo, y el punto de encuentro desde donde comenzar a hacer un recorrido por la ciudad. Aquí es indispensable hacer una parada para subir a la torre de la Iglesia de San Pedro y disfrutar de las vistas para hacerse a la idea de todo lo que se puede ver caminando por la ciudad. Eso sí, para llegar hasta allí arriba habrá que subir los 306 escalones con los que cuenta su torre.
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