Los veranos son para pasarlos en el pueblo, entre la calma de sus calles, el frescor de sus espacios verdes y el relax de la desconexión más absoluta de la ciudad. Ya sean de interior, de montaña o costeros, los pueblos son una de las alternativas más interesantes para pasar las vacaciones de verano o, simplemente, para hacer una escapada exprés de fin de semana.
Estos destinos, recogidos en su mayoría en la Asociación de los Pueblos más bonitos de España, además de ser bellísimos, ofrecen a los visitantes la oportunidad de conocer el destino desde su lado histórico, natural, gastronómico o cultural. Existen decenas y decenas de pueblos preciosos en España y cada uno de ellos tiene un atractivo diferente y un interés en particular. Estos son solo algunos de los pueblos con encanto en los que desconectar y relajarse durante la temporada estival.
Cinco pueblos para disfrutar del verano
Ezcaray
En La Rioja, concretamente al sureste de la región, se esconde uno de los pueblos con más encanto del interior de España. Entre verdes montañas y a la orilla del río Oja, aparece Ezcaray, una villa con un pasado palaciego y señorial que se presiente en todas las construcciones de sus calles y en sus plazuelas fortificadas.
Allí se encuentra la Real Fábrica de Paños, ahora convertida en Ayuntamiento y albergue, y una de las industrias laneras más importantes del país desde el siglo XVI (una actividad que a día de hoy sigue siendo reclamo para turistas y amantes del diseño textil). Muy cerca se encuentra Santo Domingo de la Calzada, una de las joyas menos conocidas del Camino de Santiago, y una excursión perfecta para quién se aloje en Ezcaray.
Calatañazor
Esta pequeña villa soriana llama la atención, no solo por estar encaramada a una roca, si no también por haber conseguido mantener hasta la actualidad un trazado urbano medieval con siglos de antigüedad. Merece la pena aparcar el coche en las afueras y recorrer este pueblo con encanto a pie. Además, en sus alrededores se encuentra el Monumento Natural La Fuentona de Muriel, una formación acuífera de origen kárstico en donde tiene lugar el nacimiento del río Abión.
Cambados
Si hay una zona bella para coger un coche o una auto-caravana y lanzarse a recorrer de pueblo en pueblo es Galicia. Ya sea en el interior como en la costa, esta zona está plagada de parajes bonitos y villas con mucha historia. Entre sus pueblos con encanto se encuentra Cambados, un destino costero con mucha historia convertido en el centro del albariño. Destaca su arquitectura y un considerable número de pazos, como el de Torrado, uno de los mejores ejemplos de arquitectura civil del siglo XVIII, o el Pazo de Bazán, que perteneció a los antepasados de la escritora Emilia Pardo Bazán y desde 1966 es el Parador de Cambados.
Cadaqués
Este antiguo pueblo de pescadores es, posiblemente, uno de los más bellos de la Costa Brava. Conocido por haber sido hogar de Salvador Dalí, Cadaqués, fue también en el pasado el lugar de recreo y veraneo de familias burguesas que buscaban ya en la época un destino donde descansar y relajarse, creando casi sin quererlo un pueblo con encanto muy especial gracias a la combinación de sus villas modernistas con la esencia de su historia marinera.
No hay que dejar de visitar en Portligat la casa-museo donde Dalí vivió con Gala, uno de los vértices del Triángulo de Dalí junto a su museo en Figueras y al Castillo de Púbol.
Lastres
Convertido en uno de los pueblos con encanto más bellos de su Comunidad Autónoma, Asturias, Lastres es un destino veraniego para todos aquellos viajeros que buscan paz y relax. Sus aires marineros y su centro histórico plagado de calles estrechas y cuestas adoquinadas, hacen de esta verde villa con vistas al Cantábrico una visita indispensable en el norte del país. Vale la pena visitar su playa de la Griega, en cuyo suelo todavía se mantienen huellas de dinosaurio.
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