A pesar de haber sido una campeona olímpica de gimnasia con importantes reconocimientos, hasta hace apenas un mes pocos conocían el nombre de Alina Kabaeva, al menos fuera de Rusia. La considerada Primera Dama del país se ha convertido en el objetivo número uno de la opinión pública internacional por su relación con Vladímir Putin. Una relación que ahora le puede acarrear serios problemas.
Unida al mandatario ruso desde hace 15 años, tal y como asegura la prensa de su país, Alina Kabaeva ya es considerada la pareja oficial de Putin, algo que la ha puesto en el centro de las miradas. Unas miradas que desde hace unos días la sitúan en Suiza, donde aseguran está escondida junto a los hijos (también secretos) que ha tenido con el político.
Ha pasado un mes des que Rusia invadiera Ucrania en lo que Putin denominó una “operación militar especial” que se ha cobrado miles de vidas y ha obligado a millones de personas a abandonar sus hogares. Algo que aseguran hizo Alina Kabaeva antes de que estallara la guerra.
La amante de Putin, en el punto de mira
Según asegura la prensa internacional, entre ellos 'The New York Times', la amante secreta de Putin se encuentra cómodamente instalada junto a sus hijos en un lujoso chalet en Suiza, propiedad de un amigo leal del presidente ruso, cerca de la frontera con Francia.
Al parecer, Alina y sus hijos, quienes podrían haber nacido en el país suizo hace años, viajan libremente con nombres falsos y en aviones privados para evitar ser reconocidos.
Desde que se conociera esta noticia, muchos han sido los que han pedido que se tomen medidas contra la familia de Vladímir Putin. Entre ellas, las 70.000 personas que ya han firmado una solicitud a través de la plataforma Change.org en la que se solicita la expulsión de Alina Kabaeva y sus hijos de Suiza, como parte de las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión, tal y como se ha hecho con otros rusos del círculo íntimo del presidente.
Este movimiento cada vez cobra más fuerza, y algunos medios aseguran que se podrían tomar medidas en los próximos días. Eso sí, siempre y cuando la exgimnasta no abandone el país por su propio pie.
Alina Kabaeva, la esperanza para que Putin ponga fin a la guerra
Y es que según han desvelado medios estadounidenses como 'Page Six', el entorno más cercano de Kabaeva trata de convencerla para que regrese cuanto antes a Moscú para convencer a Putin de que detenga esta guerra. “Sus amigos creen que el presidente ruso no escucha a nadie, pero que tal vez la escuche a ella” señalan en la prensa.
Según cuentan, Alina ve complicado poder traspasar la seguridad que en estos momentos rodea al presidente: “Dice que no sabe si podrá llegar a él, e incluso si lo hace, no sabe si podrá volver a salir para estar con sus hijos”.
La petición para expulsar a Alina Kabaeva de Suiza, que está a punto de alcanzar su objetivo fijado en 75.000 firmas, fue lanzada por ciudadanos de Rusia, Bielorrusia y Ucrania hace apenas dos semanas. En su llamamiento aseguran: “Es hora de que reúnas a Eva Braun con su Führer”, comparando a Alina con Eva Braun, la mujer de Hitler, con la que se casó un día antes de que ambos se quitaran la vida.
Pero la cruzada contra Alina Kabaeva continúa. No solo es su relación con Vladímir Putin la que se encuentra en el ojo de mira, su carrera profesional también sirve de argumento para demostrar su implicación en varias injusticias.
Hasta la fecha, Alina es presidente del Consejo de administración del National Media Group (Grupo Mediático Nacional), el conglomerado de medios más grande de Rusia, fundado por un amigo de Putin, y que aseguran “difunde información errónea a los ciudadanos rusos sobre la guerra en Ucrania”.
La petición de Change.org para tomar medidas contra la mujer de Putin describe a Kabaeva como una “criminal”, asegurando que durante su etapa como diputada en el parlamento ruso, apoyó e incluso lideró algunos proyectos que consideran fueron “casi genocidas para el pueblo ruso”.
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