La reina Letizia cumple 50 años este jueves 15 de septiembre. La mujer del rey Felipe VI ha experimentado un gran cambio radical desde que entró a formar parte de la familia real en el año 2004 cuando se casó con el entonces príncipe de Asturias. No solo ha sufrido una transformación en lo que se refiere a su físico, que también, ya que se ha realizado varios retoques estéticos, si no en personalidad, su saber estar y en su papel como reina de España. Durante todos estos años se ha ido haciendo así misma y encontrando su sitio. Está satisfecha de su trabajo por el que cobra 142.402 euros anuales.
Puede gustarte más o menos pero es indiscutible que su trabajo es intachable, primero como princesa de Asturias, y desde 2014, como Reina. Aquel dicho de que "el tiempo pone las cosas en su sitio" ha surtido efecto en ella.
Cuando entró en la familia real como novia de Felipe de Borbón lo tuvo muy complicado. El que fuera divorciada (se casó con 25 años con el que fue su profesor en el instituto), hija de padres divorciados, nieta de un taxista, plebeya y presentadora del Telediario en TVE, no fue bien visto por el rey Juan Carlos y la reina Sofía. Sus cuñadas la infanta Elena y Cristina tampoco se lo pusieron fácil.
La imagen de la reina Letizia ha salido reforzada frente a las polémicas de la familia del Rey
A pesar de que ha tenido que saltar muchos obstáculos y romper con muchas barreras, la imagen de Letizia ha salido reforzada después de todas las polémicas que han acabado envolviendo a su familia política. El rey Juan Carlos ha sido investigado por la Fiscalía y ha acabado en el exilio en Abu Dabi, habiendo causado un gran daño para la monarquía; Iñaki Urdangarin cumplió una condena en prisión por el caso Nóos, un caso que acabó llevando a la infanta Cristina a sentarse en el banquillo.
A ello hay que sumarle, el divorcio de la infanta Elena con Jaime de Marichalar y el de la infanta Cristina con Urdangarin tras salir a la luz unas fotos que ponían de manifiesta la infidelidad del exduque de Palma con su ex compañera de trabajo, Ainhoa Armentia, su actual pareja.
Todo esto no ha hecho si no reforzar aún más la imagen de la reina Letizia, tanto en España como a nivel internacional, y su compromiso con la Corona. Siempre se ha mantenido discreta y haciendo su trabajo pulcramente.
Poco se sabe de su vida privada, gustos, aficiones o de lo que hace los findes de semana. Sin embargo, a continuación te detallamos algunos de los aspectos más desconocidos que te ayudarán a conocerla aún más en el ámbito personal.
Los datos más desconocidos de la vida personal de la reina Letizia
La reina Letizia aprovecha sus ratos libres para dedicarlo a la cultura. Es una apasionada de la lectura y le gusta ir a ella a comprar libros. Los viernes le gusta ir al cine e incluso va sola si su marido e hijas no pueden. Los sábados trata de quedar con sus amigos de toda la vida y dar un paseo por Madrid, siempre que se puede, según publicó 'El País Semanal'. Sin embargo, no le gusta esquiar, las regatas ni la cacería, unas aficiones que sí se practican en la Casa Real.
En su faceta como madre, Letizia se muestra muy exigente y protectora con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, a las que les ha inculcado un sentido estricto del valor de las cosas. Estas no han tenido "niñeras, ni doncellas ni preceptores" si no que eran sus padres los que se despertaban por las noches si lloraban. la madre de Letizia, Paloma Rocasolano, enfermera jubilada, era la que les echaba una mano.
Algo que le gusta hacer siempre que puede es desayunar con su familia y, si es posible, compartir plato en la cena, donde "abundan las batallitas del padre", según el mencionado medio.
Sus manías, sus gustos y su enfermedad
En las distancias cortas, la Reina es una buena interlocutora y muestra ser una persona cercana. Siempre se aprende los nombres de todas las personas de su confianza, desde sus colaboradores al personal de seguridad, y de aquellas personas con las que va a tratar en un acto o evento.
La Reina nunca usa gafas en los actos públicos y siempre que puede evita llevar zapatos de tacón. Aunque la vemos siempre con ellos en los actos y celebraciones no lo hace por gusto, los aborrece, ya que sufre continuos dolores en un pie porque padece una enfermedad, una metatarsalgia crónica, dolor en la zona de los huesos metatarsianos, provocado por el uso excesivo de los tacones.
Entre sus manías está el tener siempre a mano caramelos de menta. Quizás para ayudar a aclarar la voz. También sirve para tener un aliento fresco y evita deprender ciertos olores inoportunos de la boca, por ejemplo, si se ha comido algo fuerte o se lleva muchas horas sin comer.
Otra cosa a destacar de Letizia es lugar fundamental que ocupa en su vida el hacer deporte y la alimentación. Lleva rajatabla sus menús diarios y los de su familia. Incluso a veces es ella misma la que hace alguna compra como cualquier persona de a pie. Según publicó 'El País Semanal', la Reina va a veces a Carrefour y en una ocasión, una mujer le preguntó al verla que qué hacía allí, a lo que ella respondió con naturalidad: "Pues mira, como tú, comprando tomates". También le pide a su pescadero sardinas gordas de temporada.
Estos datos curiosos trasmiten una imagen más 'normal' y de cercanía que se aleja de ese lado frívolo y controlador, que muchas veces se le achaca a la Reina. El hecho de que Letizia siga tratando de llevar una vida como cualquier ciudadano de a pie, cuando las circunstancias se lo permiten, y el que no pertenezca a la realeza, ha acabado siendo positivo para la monarquía.
Su llegada al palacio de La Zarzuela supuso un soplo de aire fresco y renovador y ha contribuido junto al rey Felipe a dar una imagen más transparente, moderna y de cercanía de la monarquía, tan dañada en los últimos años.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación