DolceVita

Letizia, tacones de aguja para caminar por un empedrado en La Rioja

Letizia lo ha vuelto a hacer. Se ha vuelto a subir a unos tacones de aguja. Hasta aquí nada que objetar, por cierto unas sandalias abotinadas que son preciosas. Lo malo es que la común de las plebeyas si nos vamos a un pueblito riojano con sus empedrados y adoquines medievales pues igual que preferimos ponernos el tacón medio, por aquello de regresar a Madrid con todos los dientes.

La Reina ha acudido en solitario a la inauguración del XI Seminario Internacional de Lengua y Periodismo: “El lenguaje del humor en el Periodismo en Español” que se ha celebrado este miércoles en el Monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla (La Rioja), cuna del castellano.

Será porque La Rioja es una tierra estupenda o porque es un acto sobre periodismo, pero la Reina ha cuidado muchísimo su look. Otra cosa es que a mí me acabe de convencer, queridos lectores. Iremos por partes y esta vez voy a empezar por el final.

Las sandalias de Letizia son espectaculares, de ante negro abotinadas, súpertendencia y muy del estilo de Aquazzura de hace ya algunas temporadas. Son de Uterqüe y las tiene ya amortizadas. Además la Reina ha llevado las uñas de los pies pintadas de rojo. Un 10 para su look de calzado.

La cosa se va torciendo con el pantalón. Esos pantalones negros de cuero de talle alto, cremallera vista y tobilleros los estrenó en la última edición de ARCO y parece que le encantan porque se los ha puesto varias veces. Sí, son modernos, pero nada más. Es la típica prenda que en los catálogos de moda queda genial (más que nada porque las modelos miden 1,80 metros) pero que a las mortales y a las royals pues nos quedan como raras.

por encima llevó un top negro y una chaqueta, que yo pensaba que era de estreno, pero que me ha chivado un pajarito que es de Uterqüe de estilo étnico y que la estrenó en octubre de 2015

Del día de hoy me quedo con que las prendas por separado son bonitas, pero en conjunto no sé yo. Se nota que la Reina se ha esforzado (siempre lo hace cuando tiene un acto sobre periodismo o sobre la infancia) pero algo no encaja. Yo creo que lo que estropea el conjunto son los pantalones (llamadme pesada si queréis). Por no hablar de que esas maravillosas sandalias para los adoquines de San Millán de la Cogolla no son el calzado más apropiado.

Debe ser que Letizia no tiene miedo a torcerse un tobillo pues es reincidente con llevar taconazos a pueblitos. Ya la vimos en La Rinconada (Sevilla) con zapatos de aguja pese al empedrado del pueblo.

De cara, como siempre, muy guapa, aunque esta vez el pelo ondulado me parecía un poco aseñorado y con las ondas demasiado marcadas (¿se habrá pasado su peluquera con las tenacillas?).

Esta semana ya no tiene más actos hasta el sábado que es el Día de las Fuerzas Armadas y allí estaré yo para contaros el look real en una cita que promete, más que nada porque veremos a la reina de largo que hace ya mucho tiempo que no la vemos con vestido de gala.

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