El rey Felipe VI pasó un fin de semana de lo más entretenido, esquiando en la estación de Baqueira Beret, en el Valle de Arán. El monarca acudió con ocho amigos y sin su mujer, la reina Letizia, que no siente una excesiva pasión por la nieve -la última vez que la vimos esquiando fue en 2017 en la estación de Astún (Huesca)-, a diferencia de lo mucho que les gusta este deporte a los Borbones. Este viaje se produce tres semanas después de que el Rey se fuera a esquiar a Sierra Nevada con otros amigos, entre los que se encontraba su primo, Beltrán Gómez-Acebo, que también le acompañó en este viaje al Pirineo catalán.
Casualmente, su ex cuñado, Iñaki Urdangarin, marido de la infanta Cristina, también estuvo unos días antes en Baqueira Beret con su novia, Ainhoa Armentia celebrando el día de los enamorados, San Valentín. Según se publicó, el duque de Palma se alojó en la misma casa en la que suele hacerlo la familia real, La Pleta -una de las urbanizaciones de lujo de la zona- algo que podría haber provocado cierto malestar en la familia real, especialmente en Cristina de Borbón.
Quienes también estuvieron este fin de semana en Baqueira, fue otra pareja de tortolitos, la formada por Gerard Piqué y su novia Clara Chía Martí. El ex de Shakira aprovechó para esquiar en la nieve, un deporte que le gusta pero que no ha podido practicar en los últimos 25 años ya que al ser jugador del FC Barcelona, no podía arriesgarse a tener una lesión.
Así fue la escapada de rey Felipe y sus amigos a Baqueira Beret
Después de estar varias horas esquiando, el rey Felipe VI se tomó un descanso para comer y lo hizo en un restaurante que se encuentra cerca de las pistas de esquí, el Vermont, situado en la cercana localidad de Salardú. El hijo del rey Juan Carlos I degustó un menú típico pirenaico, compuesto por arroz con conejo, croquetas y butifarra, según comentaron en el programa ‘Fiesta’.
El Rey estuvo en el restaurante como un cliente más, algo que forma parte de su modo de proceder habitual, no hace uso de reservados generalmente. Como se puede deducir, su presencia no pasó desapercibida y varias personas se acercaron a él a saludarle y a hacerse fotos, algo a lo que accedió con su característica amabilidad.
El Rey fue fotografiado también en la pista, vestido con chaqueta y pantalones deportivos de color azul marino de la firma Descente, cuyo precio total rondaría los 1.500 euros. Felipe VI llegó al Pirineo catalán el viernes por la tarde y pasó toda la jornada del sábado esquiando.
Mientras el monarca se encontraba disfrutando de uno de sus deportes preferidos en el Pirineo catalán, su madre, la reina Sofía y sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, estaban en Grecia, celebrando una misa homenaje en honor a Constantino de Grecia.
Este viaje le ha servido al monarca para desconectar y tomarse un respiro en su apretada agenda. Este lunes, el rey Felipe VI y la reina Letizia se encuentran en Zaragoza con motivo de la inauguración del museo de movilidad, Mobility City, de la Fundación Ibercaja; en las que la entidad y el Gobierno de Aragón han invertido 8 millones de euros.
Después los Reyes acudieron al acto inaugural del ‘Tour del talento’ y a la proclamación del Premio Social 2023 de la Fundación Princesa de Girona (FRdGi) y por la tarde, asistieron a la entrega de Premios Nacionales de Cultura 2021, donde la reina Letizia ha lucido un bonito vestido de la firma británica Temperley London. Un lunes intenso para Felipe VI y Letizia del que podrán reponerse el martes, ya que no tienen ningún acto programado en la agenda.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación