El rey Juan Carlos y la reina Sofía acudieron juntos a la boda del hijo del rey Abdalá y la reina Rania. El príncipe heredero, Hussesin se casó con la arquitecta saudí Rajwa Al Saif este jueves en el palacio de Zahran, en Ammán (Jordania), como te contamos en 'Vozpópuli'.
Debido a que el rey Felipe VI y la reina Letizia no pudieron acudir por problemas de agenda, fueron los reyes eméritos los que acudieron en representación de la corona española a la ceremonia. Además, los ex monarcas tienen una estrecha relación con los reyes de Jordania y casualmente, fue en este país donde en su día celebraron su luna de miel.
Entre los 140 invitados que fueron a la boda, también se encontraban otros miembros de familiares reales europeas como el príncipe Guillermo de Inglaterra y su mujer Kate Middleton, los reyes Guillermo y Máxima de Holanda, con la heredera, su hija Amalia; los reyes Felipe y Matilde Bélgica, con su hija Isabel; los herederos al trono de Noruega, el príncipe Haakon y Mette-Marit; y los herederos al trono de Dinamarca, Federico y Mary, entre otros. También acudió la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, con su hija Ashley.
El rey Juan Carlos y la reina Sofía no se hablaron en la boda de Jordania
Los reyes eméritos parecían enfadados entre ellos, ya que no se hablaron en ningún momento. El rey Juan Carlos y la reina Sofía llegaron juntos en el coche al palacio pero no se dirigieron la palabra ni en la recepción que dieron los reyes jordanos, donde incluso la reina Sofía se fue sin esperar al padre del rey Felipe VI mientras este le comentaba algo al rey Abdalá sobre su estado de salud y sus problemas de movilidad, motivo por el que entró caminando ayudado de su bastón y de la mano de su asistente.
Antes de comenzar la boda del príncipe Hussein y Rajwa Al Saif, el rey Juan Carlos y la reina Sofía estaban con semblante serio y triste y tampoco intercambiaron ninguna palabra mientras que el resto de invitados aprovecharon para hablar entre ellos.
La misma situación se produjo tras la celebración de la boda, cuando los reyes eméritos fueron a saludar y felicitar a los novios. La reina Sofía estuvo en todo momento mirando para otro lado, sin prestar atención al rey Juan Carlos.
Este comportamiento llamó mucho la atención, además de que en diferentes momentos, la mujer del Emérito se estuvo adelantando a su marido en la recepción de los reyes jordanos y de los recién casados.
El rey Juan Carlos, mucho más delgado y en silla de ruedas
Tras acabar la boda, los invitados tuvieron que dirigirse a otro lugar del palacio de Zahran. Fue entonces cuando el rey Juan Carlos fue fotografiado en silla de ruedas, una imagen que el Emérito ha tratado de evitar siempre a toda costa.
El padre del rey Felipe VI tuvo que hacer uso de de este medio para poder desplazarse más rápido ya que, aunque vaya con bastón y ayudado por su asistente, su paso es muy lento y torpe. La edad no perdona y ya tiene 85 años.
Por mucho que el rey Juan Carlos I se empeñe en demostrar que su estado de salud es bueno públicamente, la silla de ruedas también la utiliza de puertas para dentro de su casa en Abu Dabi.
Algo que no pudo esconder tampoco es su delgadez. El rey Juan Carlos está mucho más delgado que cuando le vimos en Sanxenxo el pasado mes de abril. Una imagen con la que da apariencia de que su estado de salud es delicado y frágil.