El rey Juan Carlos I y la reina Sofía han reaparecido juntos en Ammán (Jordania) este jueves 1 de junio para acudir a la boda del hijo del rey Abdalá y Rania, el príncipe Hussein y su novia, Rajwa Al Saif, una joven arquitecta saudí. Una ceremonia que se ha celebrado en los jardines del Palacio Zahran y que se produce tan solo dos meses y medio después de que se casara la hija de los reyes de Jordania, Iman con Jameel Thermiotis, el financiero venezolano de origen griego.
Debido a que el rey Felipe VI y la reina Letizia no han podido acudir a la ceremonia por problemas de agenda, los reyes eméritos han sido los encargados de representar a la corona española en Jordania, país en el que los Eméritos pasaron su luna de miel.
Entre los 140 invitados también se encontraban otros miembros de familias reales europeas como los príncipes de Gales -el príncipe Guillermo de Inglaterra y su mujer Kate Middleton-, los reyes Guillermo y Máxima de Holanda, con su heredera, Amalia; los reyes Felipe y Matilde Bélgica, con su hija Isabel; los herederos al trono de Noruega, el príncipe Haakon y Mette-Marit; y los herederos al trono de Dinamarca, Federico y Mary, entre otros. También ha asistido la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, la mujer del presidente Joe Biden; que fue acompañada de su hija Ashley Biden.
El rey Juan Carlos y la reina Sofía aparecen juntos en la boda del hijo de los reyes de Jordania
Antes de comenzar la boda, el rey Abdalá y la reina Rania saludaron y dieron la bienvenida en una recepción a todos los invitados a la boda de su hijo, el heredero de la casa real hachemita, tal y como se puede ver en las imágenes que se ha retransmitido en directo.
Minutos después de que el príncipe Guillermo y Kate Middleton entraran en el palacio de Zahran y saludaran a los reyes jordanos, le tocó el turno a los reyes eméritos, que llegaron juntos en el mismo coche.
La reina Sofía eligió para la ocasión un elegante vestido rosa empolvado de manga larga y volantes en la falda y chal superpuesto, mientras que el rey Juan Carlos I optó por corbata de color buganvilla.
El emérito fue con paso lento hacia el lugar donde se encontraban los reyes de Jordania y en todo momento, caminó ayudado por su bastón que llevaba en una mano, y con la otra, iba agarrado a su asistente.
Además de las dificultades que tiene al caminar, nos ha sorprendido que está mucho más delgado que cuando le vimos por última vez en las regatas de Sanxenxo, la última vez que vino a España el pasado mes de abril.
Durante la recepción, se pudo ver cómo el padre del rey Felipe VI le hizo algún comentario al rey Abdalá sobre su estado de salud y sus problemas de movilidad.
Mientras el Emérito estaba hablando, la reina Sofía decidió no esperarle y se fue, como se puede ver en la imagen.
Los reyes eméritos no se hablan ni miran en ningún momento
Otra de las anécdotas de esta boda es que el rey Juan Carlos y Sofía no se dirigieron la palabra en ningún momento. Al menos, casualmente, no se les vio hablar entre ellos ninguna de las veces que les enfocó la cámara, que fue varias veces.
Este comportamiento llama mucho la atención, a pesar de todo lo que ha tenido que aguantar la reina Sofía, siempre había mantenido las formas y se hablaban, incluso se reían, al menos en público, pero esta vez no hubo nada de eso, daba la sensación de que había pasado algo entre ellos y que estaban enfadados.
Los reyes eméritos no intercambiaron ninguna palabra ni mientras estaban ya sentados y esperaban a que comenzara la boda, momento en el que sí se pudo ver charlando a otros invitados, ni tampoco en el momento en el que esperaban su turno para saludar y felicitar a los recién casados.
Mientras aguardaban en fila para acercarse al príncipe Hussein y su mujer, cada uno estaba en su mundo. La reina Sofía estuvo mirando hacia otro lado y hacia arriba, sin hablar ni mirar a su marido y viceversa.
Tampoco se les vio hablar ni intercambiarse ninguna mirada o gesto después de que saludaran a los novios.
Por cierto, que el rey Juan Carlos I saludó a la novia estrechándole la mano y después se la acercó hacia su boca para besarla, un gesto que no tuvo con la reina Rania de Jordania, a la que solo saludó con la mano. Por su parte, la reina Sofía dio dos besos tanto a los reyes de Jordania como al príncipe Hussein y a su mujer.
El vestido de la novia y otros looks
La boda del príncipe heredero Hussein de Jordania, de 28 años, y Rajwa Al Saif, de 29, se ha celebrado en los jardines del Palacio Zahran, lugar en el que también se casaron el rey Abdalá II y la reina Rania en 1993.
Rajwa Al-Saif se ha decantado por un vestido de novia de la firma Elie Saab, con escote asimétrico, drapeado, manga larga y cola bordada de tres metros de longitud. El diseño del vestido estaba inspirado en un modelo anterior confeccionado especialmente para Rania de Jordania.
La novia ha completado el look con velo de tul, una tiara de diamantes, a juego con los pendientes, y un ramo tipo bouquet de rosas blancas. En vez de zapatos, ha llevado unas típicas babuchas jordanas planas destalonadas y punta arabesca.
Su suegra, la reina Rania de Jordania ha apostado por un sobrio vestido negro de la firma Dior con pedrería en el cuello y mangas.
Por su parte, Kate Middleton, mujer del príncipe de Gales, ha elegido para la boda un vestido color rosa empolvado, un tono muy similar al color de la reina Sofía, del diseñador de modas libanés Elie Saab.
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