Madrid es, literalmente, una caja de sorpresas. Si la capital maravilla a sus locales y visitantes a cada paso, es increíble lo que puede llegar a asombrar cuando se descubren espacios inverosímiles en pleno centro, pues no hace falta irse muy lejos para disfrutar de cada uno de estos inauditos hallazgos. Están más cerca de lo que parece, ¿te atreves a descubrirlos?
Desde un rincón escondido en un parque, del que ni siquiera se tenía la idea de que existiera, hasta los secretos que esconden las profundidades del suelo de Madrid. Hay decenas de sorpresas en las calles de la capital y una de las mejores formas de descubrirlas todas es a través de los microplanes de ocio en forma de visita guiada. A día de hoy se realizan presenciales e incluso virtuales como los que realiza Microplan Madrid, para conocer de cerca la historia de la capital al tiempo que descubren sus inimaginables secretos. Estos son solo algunos, pero hay muchos más.
De lleno en la primavera
No hace falta coger un avión para verse inmerso/a en la floración de los bellos almendros y cerezos. Unos árboles que, al comienzo de la primavera, se convierten en todo un atractivo en la capital nipona. Y, por qué no, también en la madrileña, porque en lo más lejano de la calle Alcalá se encuentra un parque que en primavera se cubre de un manto blanco y rosado que a trae a visitantes curiosos, La Quinta de los Molinos.
Un mirador 360º en pleno centro de Madrid
¿Sabías que en medio de El Retiro existe un mirador desde el que se vislumbra el Barrio de Las Letras, el Barrio de Salamanca y algunos de los edificios más icónicos de la Gran Vía? Pues sí, está en una de las caras del estanque de El Retiro, ¿todavía no lo has encontrado? Aunque parezca mentira, bajo la figura ecuestre de Alfonso XIII se ubica un mirador a 20 metros de altura al que es posible acceder bajo reserva previa. Una suerte para todos los urbanitas que se encuentran en la capital.
Un recorrido subterráneo
Bajo la densa capa de cemento de Madrid se encuentra un tejido subterráneo a través del que se podría recorrer la capital de punta a punta. Y es que bajo nuestros pies se esconden 4.500 kilómetros de longitud formados por galerías y túneles que tienen muchas más historias que contar de las que nos imaginamos. Un ejemplo de ello está en el distrito de Carabanchel, en la parada de Carpetana, donde se encuentra un yacimiento paleontológico del Mioceno de hace más de 14 millones de años. O en la antigua estación de Chamberí, o estación fantasma, que forma parte de la línea 1 pero que fue cerrada al público en 1966 y que, en la actualidad, se puede visitar en forma de museo durante los fines de semana y bajo cita previa.
Cena clandestina maridada con cócteles
En el centro de Madrid, en una de las calles más transitadas de la ciudad, se encuentra un espacio clandestino donde se preparan cenas maridadas con cócteles de autor, hablamos de Gurú Lab y está en manos del bartender Diego Cabrera, quién con su otro local Salmón Gurú ha conseguido posicionarse en la lista de los Mejores Bares del Mundo según The World's 50 Best. No tiene ubicación y al pasar por su puerta es casi imperceptible que los viandantes sepan lo que sucede en su interior. Sin embargo, todo el que entra quiere volver, porque como dicen ellos, “cuando haces una fiesta en casa, lo mejor pasa en la cocina”.
Un jardín (casi) privado
Madrid ofrece espacios escondidos en lugares donde no los esperas. Es lo que sucede con el jardín del Museo Nacional del Romanticismo, un espacio prácticamente desconocido ubicado en pleno centro de Madrid. Antes de la pandemia, este espacio acogía El Café del Jardín, en el que a diario se podían encontrar desayunos, almuerzos y tartas elaboradas con mucho mimo. Sin embargo, a pesar de que este servicio se haya quedado en stand by por un tiempo, este jardín de diseño merece una visita, por lo clandestino y lo bello de su entorno.
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