Rocío Jurado era el nexo de unión de las familias Mohedano y Ortega Cano, por eso falleció, el 1 de junio de 2006, todo cambió y fue de mal en peor. Tal y como el propio José Ortega Cano ha confesado cayó en una depresión que le llevó a beber: “Cuando Rocío falleció, ya no quería vivir. Me hinché a beber alcohol porque era la única manera de evadirme de mí mismo. Eso fue una puñalada más fuerte que la cornada de un toro. Ahora, Dios me ha permitido salir de todo eso, y creo que Rocío –que me quería muchísimo y yo a ella–, desde donde esté, me está ayudando. La siento, porque soy un hombre muy creyente y pienso que ella está protegiéndonos. Tanto a mí como a José Fernando y a Gloria”, según recoge ‘La Razón’ en una entrevista al torero.
A este problema con el alcohol se le sumó el accidente de tráfico en el que falleció Carlos Parra, que le llevó a ser condenado a prisión dos años y seis meses al ser declarado culpable de los delitos de homicidio imprudente y conducción temeraria
Tras su salida de prisión, Ortega Cano volvió a estar junto a su actual pareja, Ana María, y el hijo que tienen en común. Ahora incluso se plantea el casarse con ella debido a sus férreas creencias religiosas y es algo que podrían llevar a cabo sin problemas ya que ella esta soltera y él está viudo.
José Fernando estuvo en prisión, recae en las drogas y vive como ‘okupa’
Por su parte, su hijo José Fernando no para de darle quebraderos de cabeza a su familia. Él mismo ha llegado a confesar sus problemas con las drogas, estuvo cuatro meses en la cárcel por un delito de lesiones y robo con violencia, después ingresó en un centro de desintoxicación -de un coste de 9.000 euros el mes- sin ningún éxito ya que ha vuelto a recaer.
Además, hay que sumarle su novia Michu no es considerada una buena influencia para él. Incluso se han subido al carro de las exclusivas hasta el punto de haberse inventado un falso embarazo con tal de conseguir dinero.
La última noticia que ha protagonizado el hijo de Ortega Cano y Rocío Jurado es que vive junto a su pareja y unos amigos en un edificio ‘okupa’. Está tan absorto en su mundo que ni siquiera acudió al décimo aniversario del fallecimiento de su madre.
Ninguno se habla con Rocío Carrasco ni siquiera su propia hija
Tras la muerte de Rocío, la relación de Amador Mohedano y Rosa Benito con Ortega Cano fue enfriándose y acabaron tirándose los trastos a la cabeza. Lo mismo ocurrió con el matrimonio cuando decidieron separarse, con escándalo mediático de por medio. Además salieron todos los pufos económicos y con Hacienda que el hermano de Rocío ha dejado a la familia, concretamente a su exmujer y a su hija Chayo.
Su hija Gloria Camila ha declarado que lleva años sin hablarse con su hermana Rocío Carrasco, por ello no la invitó a la boda pero tampoco lo hizo con su propia hija, Rocío Flores, con la que no se habla desde hace años y que vive con su padre Antonio David.
No hay más que ver la estampa de la boda de Rocío Carrasco y Fidel Albiac, con quien contrajo matrimonio hace una semana, a la que acudió sólo un familiar de ella, Chayo Mohedano ya que su madre, que estaba ya lista para acudir, terminó por no hacerlo al parecer por una llamada de su cuñada Gloria Mohedano con amenaza incluida según contó Paloma García Pelayo en ‘El programa de Ana Rosa’.
Su ilusión, un museo en su nombre, aún si hacer por los problemas familiares
Las discrepancias y la no relación entre Rocío Carrasco, Amador Mohedano y Ortega Cano han imposibilitado que el museo de Rocío Jurado salga adelante. Hay una nave situada a la entrada de Chipiona que está finalizada pero que no abre sus puertas al público. Según se ha publicado, Rocío Carrasco no va a entregar los objetos personales de su madre (joyas, trajes, abanicos…) si su tío Amador no se hace cargo del museo.
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