Uno de los hijos de José María Ruiz-Mateos y Teresa Rivero, Álvaro, se ha sentado este jueves en el banquillo en el juzgado penal 1 de Lleida acusado de dos delitos de lesiones, junto con otros tres acusados, y ha sido condenado a dos meses de cárcel, que podrá eludir si paga 960 euros, y a pagar una indemnización de 85.000 euros por dar una paliza a dos jóvenes en la puerta de una discoteca el 31 de diciembre de 2012 en Baquèira, Lleida. Los otros tres acusados de participar en la paliza han sido absueltos, ha explicado a Europa Press el abogado de ambos, Francesc Sapena.
Inicialmente la fiscalía pedía para el hijo de Ruiz-Mateos tres años y cuatro meses de prisión pero finalmente el juicio no se ha celebrado porque las partes han llegado a un acuerdo y la juez ha emitido la sentencia ‘in voce’ en la que ha tenido en cuenta que Álvaro ya había indemnizado a las víctimas y la dilación del proceso del hecho que se produjo hace más de cuatro años.
Álvaro está de mala racha ya que a finales de enero se conocía que se separaba de su mujer Ana Suárez de Lezo, hija del abogado Rafael Suárez de Lezo. La gota que colmó el vaso fue la entrada en prisión de Álvaro, -que ingresó junto a su hermano Javier-, en el centro penitenciario de Navalcarnero en enero de 2015 para cumplir una condena de dos años y nueve meses, además de cargar con una multa de 1,8 millones de euros por el impago del IVA en la venta de un hotel.
En enero de 2017 el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata desveló su intención de procesar, entre otros, a los seis varones de los 13 vástagos del fallecido empresario de Rumasa y Teresa Rivero por delitos contra la Hacienda Pública, estafa, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales. Una decisión que complicaba aún más la situación familiar y Ana decidió decir ‘¡basta!’ ya que no tenían hijos en común y no convivieron hasta que se casaron en 2011 al ser del Opus.
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