A escasas dos horas de Madrid, Salamanca se torna como un destino cultural, gastronómico e histórico, pero también natural. Los diferentes entornos y enclaves naturales con áreas de elevada biodiversidad invaden toda su provincia y la convierten en un destino perfecto para los amantes del aire libre, de la flora y la fauna y los deportes de aventura.
Estos son los seis enclaves naturales que hacen de la provincia de Salamanca un lugar con gran valor natural y medioambiental.
La joya del Duero
Incluido dentro de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica, el Parque Natural de los Arribes del Duero se posiciona como el primero de los enclaves naturales a visitar en la provincia de Salamanca. Esta joya de la naturaleza está conformada por una red de cañones fluviales que ha creado a su paso y a lo largo del tiempo el río Duero hasta el punto de convertirse la red de cañones fluviales más extensa de la península.
El Parque se puede recorrer en coche, pero también existen diferentes rutas y senderos que permiten descubrir a pie sus lugares más singulares, como las cascadas del Pozo de los Humos o el Cachón de Camaces.
Naturaleza a flor de piel
En la Sierra de Francia se encuentra un laberinto de montañas e intrincados valles que dan lugar al Parque Natural de las Batuecas. En este valle, rodeado de montañas, hay que visitar el Monasterio Carmelita del Desierto de San José, bañarse en las aguas cristalinas del río Batuecas y disfrutar de fauna local, como el águila real o el tan conocido gato montés.
Una isla en Castilla
Por increíble que parezca, en el cauce del río Tormes se encuentra un paraje fluvial eclipsado por una isla, la del Soto. Un gran pulmón verde de 14 hectáreas al que ir a recorrer en bicicleta, pasear, hacer todo tipo de deporte, avisar aves o practicar la pesca, una isla perfecta para ir a pasar el día y poder descubrir la naturaleza charra desde otro punto de vista.
Deportes con altura
Conformada por más de 10.000 hectáreas de terreno montañoso y cumbres que alcanzan la altitud de casi los 2.400 metros, la Sierra de Béjar se posiciona como un Espacio Natural protegido incluido en la Reserva de la Biosfera Sierras de Béjar y Francia. Esta área es perfecta para realizar actividades de senderismo, especialmente en las épocas de primavera y otoño, así como actividades de aventura como escalada o ciclismo, permitiendo al visitante conocer desde otro punto de vista los enclaves naturales de la provincia de Salamanca.
Un bosque en galería
Entre 50.000 hectáreas de bosques de roble rebollo -el bosque de roble rebollo más extenso de la península- se encuentra un privilegiado espacio natural que constituye el hábitat habitual del lince ibérico. Se llama El Rebollar y se encuentra al sur del bello e histórico pueblo de Ciudad Rodrigo, una parada indispensable para comer y recorrer cada una de sus callecitas plagadas de casonas palaciegas y señoriales, sin olvidar la catedral.
Para amantes del 'trekking'
Al sur de la provincia de Salamanca se encuentra Las Quilamas, un espacio de transición entre la llanura del Campo Charro y las montañas de las Sierras de Francia y Béjar. Este enclave natural, rico en fauna y flora autóctona, es especialmente conocido por sus rutas de senderismo y por las enriquecedoras caminatas que permite hacer, en las que se dice -según cuenta la tradición- que es posible escuchar los susurros de la reina Quilama, quién vaga por estos parajes custodiando un tesoro escondido en lo más profundo de su cueva.
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