Soria no es una de las ciudades más conocidas de la península ni, desde luego, una de las más pobladas. Pero muestra el mismo ejemplo de obstinación, fuerza y lucha que sus antepasados en la ciudad celtibera de Numancia cuando, durante 20 años, resistieron los ataques de los romanos.
El origen de su nombre, posiblemente se deba buscar en la palabra latina Dauria, derivada de Daurius (Duero), por ser la ciudad en la que nace este río. Recientemente también ha sido conocida como la Ciudad de los Poetas, pues fue en ella donde Machado dejó constancia de haber pasado los años más felices de su vida y donde Bécquer escribió algunos de sus poemas y leyendas más populares. También Gerardo Diego dejó plasmado en uno de sus versos la importancia que tuvo para él ésta pequeña ciudad:
Poetas andaluces/ que soñasteis en Soria un sueño dilatado:/ tú, Bécquer, y tú, Antonio, buen Antonio Machado/ que aquí al amor naciste y estrenaste las cruces del dolor, de la muerte…/ también, como vosotros, subí a Soria a soñar.
Tras las huellas de los dinosaurios en Soria
La provincia de Soria esconde numerosas muestras artísticas, históricas y culturales con las que es capaz de sorprender a cualquier visitante. Una de ellas es la Ruta de las Icnitas, un itinerario libre por la zona de Tierras Altas que permite descubrir las huellas fosilizadas de los dinosaurios que poblaron la zona. Los alrededores de los pueblos de San Pedro Manrique, Yanguas, Bretún, Valdelavilla o Villar del Río esconden algunas de estas sorprendentes huellas que hacen recordar al visitante los primeros animales que poblaron la tierra.
Un recorrido prehistórico
Avanzando un poco más en la historia, Soria ofrece una muestra de arte prehistórico en plena naturaleza. El monte Valonsadero, uno de los museos al aire libre más importantes de la meseta, permite al visitante descubrir en su propio recorrido las treinta y siete las muestras de Arte Rupestre Prehistórico, del final de la Edad de Bronce y Primera Edad de Hierro, que se reparten por sus rocas, cuevas y abrigos.
Soria, tierra de celtíberos y romanos
Por allí también dejaron su historia y raíces los celtíberos y romanos. Concretamente en los yacimientos arqueológicos de Tiermes (Montejo de Tiermes) y Numancia (Garray) de los que se puede ahondar un poco más en el Museo Numantino ubicado en la capital. En ambos espacios, los visitantes pueden descubrir de cerca las formas de vida de los antiguos pobladores, sus costumbres, sus ritos funerarios y tumbas, descubrir las vasijas y objetos de bronce y plata encontrados, como el caballito de Numancia, y hasta visitar la reconstrucción de algunas de sus casas.
Soria, pueblo a pueblo
Para los que se animen a seguir conociendo la provincia, más allá de estos hotspots culturales, han de saber que el pueblo medieval de Calatañazor y Rello con su castillo son dos de sus joyas junto con Berlanga de Duero y la Ermita mozárabe de San Baudelio Chaorna, el Burgo de Osma y su conjunto monumental o Duruelo de la Sierra, con uno de los espacios naturales más singulares del valle del Duero: Castroviejo.
A todos ellos le siguen como visitas obligadas la Laguna Negra, el Cañón del Río Lobos, la Fuentona y los Picos de Urbión, donde se encuentra el nacimiento del Duero.
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