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La dura historia de Steisy: “Mi novio me pegaba palizas y me encerraba con llave”

Se dio a conocer por su paso por ‘Mujeres y hombres y viceversa’ y después dio el salto a ‘Supervivientes’, aunque Steisy es, en realidad, una superviviente de su propia vida

  • La dura historia de Steisy

TELÉFONO PARA DENUNCIAR VIOLENCIA DE GÉNERO: 016

Nacida en Granada, Patricia ‘Steisy’ se hizo conocida por participar en el programa de Telecinco ‘Mujeres y hombre y viceversa’ y después por su salto al ‘reality’ de ‘Supervivientes’. Nacida en una familia muy humilde, se vio obligada a abandonar los estudios para llevar dinero a casa y ha trabajado de peluquera, gogó de discoteca y estríper, aunque ahora quiere sacarse el graduado escolar.

Steisy recuerda ahora en la revista ‘Lecturas’ el episodio más amargo de su vida, cuando estuvo en una tormentosa relación en la que su novio la maltrataba. “Mi novio me pegaba palizas y me encerraba con llave”. “Me pegaba patadas en mis partes, me rompía la ropa. Yo me tenía que concentrar para que la paliza fuera lo más pequeña posible. Cuando me duchaba y me peinaba, se me caía el pelo a mechones de tantos estirones y puñetazos que me daba en la cabeza”, reconoce Steisy.

No solo habla del brutal maltrato que sufrió, del que asegura que, de no ser por su madre, “habría terminado en una caja de pino”. Patricia, además, recuerda entre lágrimas una infancia muy difícil en la que iba al colegio con libros que le daban las monjas y que su madre tenía que forrarlos y aplastar sus esquinas para que “parecieran más nuevos”. Su primer trabajo fue como peluquera a los 16 años, después de abandonar los estudios dos años antes, “por 150 euros de lunes a sábado”.

También recuerda cómo quiso ahorrar los 3,800 euros que costaba una operación de su madre tras sufrir un aborto natural. Lo hizo haciéndose estríper a los 18 años, en un momento en el que pensó: “Soy como ‘Pretty Woman’, soy dueña de mi vida y puedo hacer lo que quiera”. Pero no dejó de ayudar a su familia.

Después vino la rebeldía, un hombre equivocado y los maltratos. Un infierno que duró un año, en el que perdió 10 kilos, en el que “después de las agresiones me tocaba la cara para saber si seguía viva”. Una auténtica pesadilla de la que salió gracias a su madre, su mejor apoyo. ¿Y el joven? “Hubo denuncia pero eran otros tiempos y solo le cayeron 21 días de trabajos para la comunidad”.

Sin duda, Steisy se ha convertido en una superviviente de su propia vida, y un ejemplo, por desgracia, para muchas mujeres en nuestro país.

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