Tamara Falcó se ha visto obligada a pronunciarse tras la polémica que ha suscitado que la firma Sophie et Voilà anunciara con un comunicado que no iba a seguir confeccionando su vestido de novia y que rescindía el contrato por sus "exigencias" que iban contra su código ético, al querer la marquesa de Griñón que le plagiaran un vestido de Karl Lagerfeld para Chanel.
La situación se ha ido complicando por momentos, ya que horas antes de que la hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó hablase en 'El hormiguero', una persona, que estuvo en las reuniones entre las diseñadoras y la novia, habló en el programa 'Sálvame' donde desveló el mal carácter que tiene Tamara Falcó y la tachó de "déspota". Además destapó que la firma había pagado 150.000 euros a la marquesa de Griñón, por el hecho de que llevara el vestido de novia, que iba a tener dos, y fuera imagen de la firma durante al menos un año; unas condiciones del contrato que confirmó Falcó en el programa de Pablo Motos.
Así las cosas, Tamara no tiene vestido de novia, cuando faltan menos de dos meses para que se case con Íñigo Onieva, el próximo sábado 8 de julio. Muchos hablan ya de una boda que está gafada ya que recordemos que, tras anunciar su compromiso matrimonial en las redes, salió a la luz una infidelidad de su novio provocando la ruptura y que se cancelara todo. A los tres meses, se dieron una segunda oportunidad y retomaron sus planes de boda. La fecha iba a ser para el 17 de junio pero, al ir tan justos de tiempo, tuvieron que retrasar la boda. Después la novia se hizo un esguince, eso sí, leve, y para colmo, ahora ha tenido un rifirrafe con las diseñadoras de la firma Sophie et Voilà.
Tamara Falcó es tachada de "déspota" y tratar mal a las diseñadoras de Sophie et Voilà
Una mujer que fue testigo de estas reuniones habló en 'Sálvame', donde quiso permanecer en el anonimato. Es por ello, que solo mostraron sus piernas y sus pies durante la entrevista. Esta persona comenzó contando que Tamara Falcó y la firma Sophie et Voilà habían tenido "tres encuentros" en estos meses. El primero de ellos fue en Bilbao y los otros dos, en Madrid.
Además desveló que en el contrato se acordó una compensación económica: "A todas las personas que hemos asistido a esos encuentros nos consta que la firma pagó 150.000 euros a Tamara".
La testigo relató que al principio con Tamara fue todo "súper bien". "En ese encuentro de Bilbao, Tamara llevó un vestido de inspiración, que era el vestido de Chanel, el vestido en el que se quería inspirar y todo fue estupendo". Después añadió: "Al principio ella estaba muy ilusionada, llegó con su boceto, feliz... decía 'en esto me quiero inspirar, espero que me podáis respetar, que me lo podáis adaptar".
Sin embargo, en la segunda prueba del vestido que se hizo en la casa de Isabel Presyler en Madrid, las cosas comenzaron a ir mal. "Fue en el segundo encuentro cuando todo se torció. De repente apareció una Tamara déspota, maleducada, histriónica, que ni las propias diseñadoras reconocían".
La otra cara que les enseñó aquel día era muy diferente de la que muestra tras las cámaras. "Esa Tamara que sale en televisión, inocente y buenecita, no tiene nada que ver con la Tamara que pude ver a partir del segundo encuentro con las diseñadoras", señaló la mujer en 'Sálvame'.
La mujer también reveló que en el contrato que tenían Tamara Falcó y la firma "había una cláusula de confidencialidad, que desde el minuto uno tenía a Tamara obsesionada". Según ella, ahora entiende por qué: "No quiere que se sepa lo déspota que es en la intimidad".
Según la versión del testigo, hay pruebas de todo esto ya que "esos encuentros se graban para luego poder hacer un vídeo de recuerdo en el que se detalla el proceso. En este caso podríamos relatar la imagen de Tamara, que es dantesca".
Tamara Falcó asegura que en la segunda prueba le cambiaron el vestido completamente
Tamara Falcó señaló este jueves en 'El Hormiguero' que ella les habló de este vestido a las diseñadoras y que a estas les encantó "su inspiración" pero cuando pronunció esta palabra en televisión "empezó a haber mucha tensión" y cuando llegó a la segunda prueba, el vestido de novia "había cambiado completamente". "Yo no me veía porque no era mi vestido. De repente tenía unos volúmenes que no eran. Mi madre, o sea, es que hay unas fotos que lo describe todo. Fue todo súper incómodo y ahí ya todo empezó a ir mal", explicó.
Cuando bajó con su vestido, su madre Isabel Preysler, su hermana Ana y su cuñada no dijeron ni mú, por lo que se percató de que algo no iba bien. "Hubo un silencio. Fue horrible, horrible". Fue entonces cuando la situación se puso en manos de sus abogados que habían añadido en el contrato que "si no le gustaba el vestido de novia, no se tenía que casar con él".
Tras ello, comenzaron las conversaciones de abogados y la firma Sophie et Voilà emitió el comunicado. "Al final se torció la cosa. Me desanimé, fue todo súper crudo y tengo un montón de testigos que lo vivieron. El caso es que al final, cuando ya estaba muy, muy triste con todo esto"..
Después se pronunció sobre lo que se ha dicho sobre su carácter: "Se han dicho todo tipo de cosas, sobre lo difícil que soy... Nosotros hemos tenido nuestros rifirrafes pero realmente yo no me considero una persona difícil para trabajar. Con Sisley llevo seis años, con Tous llevo 3 [siendo imagen]. Me gusta trabajar en equipo, me gusta dar mi opinión, pero lo que no me iba es a casar con un vestido de novia que no me gustaba".
¿Escribió la diseñadora de Sophie et Voilà estas palabras contra Tamara Falcó?
Una de las diseñadoras de la marca Sophie et Voilà, Sofía Arribas Garamendi, la directora creativa, escribió en su blog 'Me llamo Soph', unas palabras que se han interpretado como unos dardos a Tamara Falcó, ya que se escribió días antes de que se produjera esta polémica y además, cuando trascendió su post, lo eliminó.
En esta última entrada de su blog, titulada 'La moda merece un respeto', defendió su profesión, diciendo que a veces queda denostada por ciertas personas que no las valoran. "Son muchas las veces en las que siento que no se respeta mi trabajo. El mío y el de los inconscientes con tendencia masoquista que nos dedicamos al mundo de la moda. Pero los que nos dedicamos de verdad, de esos que tenemos empresas que facturan y dan trabajo", escribió, según publicó 'El Mundo'.
Después añadió esta significativa frase: "Para postureos y photocalls, pregunten en la ventanilla de al lado, que en esta no es". Aunque no nombra a Tamara Falcó y podría ser una reflexión en general de la vida llama la atención que lo escribiera recientemente y después lo borrara.
Sofía Arribas continuó escribiendo en el post: "Ser experto en moda no es vestirse con gracia, no es saberse los nombres de pila de las dependientas del Zara de la vuelta de la oficina y mucho menos cascarse un logotipo random inspiradas porque Mari Puri, influencer de cabecera, haya encumbrado las letritas de marras en su post pagado por una marca de desodorantes. Me van a perdonar. Calentita voy ya con este tema. Un poco de profesionalidad por favor".
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