Cada vez estamos más concienciados con el respeto al medio ambiente y con la importancia de cuidar algo que nos pertenece a todos: el planeta. Siendo la moda la segunda industria más contaminante, siempre que pensamos en la sostenibilidad llegamos a la conclusión de que no necesitamos consumir tanta ropa sino cuidar mejor la que tenemos para que nos dure más.
Unas de las prendas que más sufren el uso son los bañadores y los bikinis. Se tienen que enfrentar a agentes agresivos como la sal del mar, la exposición al sol o el cloro de las piscinas. Además sufren una hibernación de meses olvidados en nuestros armarios hasta que el buen tiempo vuelve a llamar a nuestra puerta.
Por eso, en plena temporada de vacaciones, desde Vozpópuli os vamos a recordar una serie de recomendaciones que nos permitan alargar la vida útil de nuestras prendas de baño para que se mantengan, chapuzón tras chapuzón, tan perfectas como el primer día. No tratarlas bien y no guardarlas a buen recaudo acorta innecesariamente su vida, lo que supone un gran coste para el bolsillo, un problema medioambiental y además, en muchos casos, un auténtico quebradero de cabeza cuando ves que ese bañador que te había enamorado a principio de la temporada va a ser un amor de un único verano.
Truco 1: Lava a mano con agua fría
Sentimos mucho darte la noticia, pero la mejor forma de conservar los bañadores es lavándolos a mano. Recuerda que aunque son prendas todoterreno, las sometemos a cloro, cambios de PH y sal a diario. Lo más recomendable es lavar los bañadores a mano después de cada uso, con agua dulce fría y jabón.
Si notas que el sol los ha dejado algo más rígidos, puedes echar unas gotas de suavizante al terminar el lavado, sólo de manera excepcional, y después enjuagar con agua fría. Debes evitar a toda costa el agua caliente, de esta forma no dañarás el tejido y te durarán mucho más tiempo.
Truco 2: ¡No lo escurras!
¿Cuántas veces has lavado tu bañador y, al terminar, lo has escurrido, arrugándolo y retorciéndolo, para que suelte todo el exceso de agua? Este gesto tan común es treméndamente corrosivo así que tienes que ir desterrándolo para siempre de tu rutina de lavado.
Si quieres eliminar el agua antes de tenderlo, lo ideal es que lo dobles entre las manos y aprietes las palmas una contra otra para retirar el agua que sobra. Si retorcemos el tejido para escurrirlo, conseguiremos eliminar el agua pero también estaremos debilitando los materiales que irán perdiendo su calidad y resistencia.
Truco 3: Sécalo a la sombra
Otra pequeño error, que prácticamente todos cometemos en verano, es el de tender la ropa al sol. Normalmente lo hacemos para ahorrar tiempo, que los bañadores se sequen rápido y así poder volverlos a usar enseguida o guardarlos en el armario. Te recomendamos que dejes secar al aire tu bikini o bañador, preferiblemente a la sombra. ¿Qué vamos a ganar con esta medida? Al protegerlos de los rayos solares estaremos manteniendo intacto sus colores y la elasticidad de su tejido.
Truco 4: Ojo con los plásticos y la humedad
Seguro que te has encontrado muchas veces en la siguiente situación. Has pasado un día de baño en la piscina o en la playa y después tienes otros planes y tienes que cambiarte de ropa pero no te da tiempo a pasarte por casa. ¿Qué haces con el bañador mojado? Seguro que acertamos si adivinamos que lo guardas dentro de una bolsa de plástico. ¡Qué error!
Al meter la prenda de baño dentro de un plástico lo que va a ocurrir es que el tejido se va a recalentar y el contacto con la bolsa va a acelerar el proceso de desgaste. Por eso es muy importante recurrir a bañadores de secado rápido que nos evitarán este problema. Si aún así necesitar guardarlo húmedo, la mejor alternativa es envolverlo en la toalla antes de meterlo en una bolsa de plástico.
Truco 5: Guárdalos bien hasta el próximo verano
Si los anteriores trucos estaban pensados para el día a día durante el verano, el quinto y último va dirigido a ese momento en el que toca guardar los bañadores al final de la temporada y despedirnos de ellos hasta el año siguiente.
Este último paso es vital para mantener como nuevas nuestras prendas de baño. Lo primero que tenemos que hacer es lavar de nuevo los bañadores, incluso cuando estén limpios. Esta vez, como no se trata de eliminar los restos de cloro o sal, podemos recurrir a la lavadora utilizando un programa especial para ropa delicada.
Después no utilizaremos secadora, sino que dejaremos las prendas secando al aire. Cuando ya hayan perdido toda la humedad, las doblaremos con cuidado y las guardaremos dentro de una bolsa de tela. Muchas veces las firmas te venden sus diseños dentro de este tipo de bolsas así que no las tires después de estrenarlas y podrás utilizar el packaging como envoltorio para resguardar tus prendas hasta su siguiente uso. Con esta protección lograremos proteger los bañadores y bikinis de la humedad y el polvo y estarán siempre listos para la siguiente temporada de baño.
Es fundamental que tus prendas de baño sean de calidad
A partir de ahora, cada vez que utilices el bañador sabes la rutina de cuidados que tienes que darle para que no pierda ni un ápice de su calidad y colorido. Con estos sencillos trucos estrenarás de nuevo tus bañadores y bikinis cada verano. Eso sí, es fundamental que tus prendas de baño sean de calidad, si no los consejos servirán de bien poco.
¿Es más trabajo? Sí, es cierto, pero piensa en el bien que le vas a hacer, no solo al medioambiente, sino también a tu cartera ya que conseguirás alargar la vida útil de tus prendas mucho más de lo que estás disfrutando de ellas hasta ahora. A la larga notarás la diferencia y seguro que en unos días ya te has acostumbrado al cambio de hábitos. ¡Larga vida a tus bañadores!
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