Victoria Elisabeth de Hohenlohe-Langenburg y Schmidt-Polex cumplió 20 años el pasado 17 de marzo y ostenta uno de los títulos más antiguos e importantes del país, junto al de Medina Sidonia y el de Alba. La joven se ha convertido oficialmente en la XX duquesa de Medinaceli, un título con Grandeza de España, que le acredita como descendiente del rey Alfonso X El Sabio, cuyos nietos, los infantes de La Cerda, recibieron en el siglo XIII el condado de este nombre que Isabel La Católica elevaría posteriormente a ducado. En España existen 2.874 títulos nobiliarios y sólo cerca de 400 poseen esta distinción de Grandeza de España, máxima dignidad en la jerarquía patria, solo por detrás de la de Infante.
Victoria es además condesa de Ofalia. El 4 de abril de 2016 recogía asimismo la petición por parte de Victoria del Condado de Ofalia –creado en 1776 por Calos III-, “por fallecimiento de su abuela, Ana Medina y Fernández de Córdoba”, en la primavera de 2012, como condesa de Ofalia, marquesa de Navahermosa y grande de España, que también dejó un patrimonio compuesto por palacios, tierras y obras de arte.
La joven nació en la provincia de Málaga pero en 2004, cuando se separaron sus padres, se trasladó a vivir a Múnich con 7 años y allí se crió y formó hasta 2014, cuando su padre Marco de Hohenlohe-Langenburg y Medina se convirtió en el XIX duque de Medinaceli. Hasta este momento vivió en la ciudad alemana con su madre, Sandra Schmidt-Polex, y su hermano menor Alexander Gonzalo, de 17 años, marqués de Navahermosa.
La nueva duquesa cuenta con una preparación y formación exquisita. Habla inglés, alemán y español y reside en Madrid. Desde 2015 estudia en la prestigiosa escuela de negocios IE Business School. A diferencia de sus primos Luis y Rafael Medina, actual duque de Feria, Victoria siempre se ha alejado del foco mediático y ha tenido una vida discreta al igual que su hermano. Alexander cursó los estudios en la escuela internacional de Múnich y se trasladó a Irlanda, donde se matriculó en Saint Columbas College, uno de los colegios de secundaria más prestigiosos de Gran Bretaña.
El título de 'Grandeza de España' obtenido previo pago de 2.726 euros
Dado que en España no se heredan los títulos nobiliarios sino que se solicitan, -a diferencia del Reino Unido, por ejemplo-, Victoria ha tenido que realizar los trámites oportunos para obtener el título tras la muerte de su padre, Marco de Hohenlohe-Langenburg y Medina. Éste falleció el 19 de agosto del año pasado en Sevilla, tras estar dos días en coma tratando de luchar contra una enfermedad que sufría desde hace meses.
Su primogénita esperó el tiempo que aconseja la tradición para reclamar su título, casi ocho meses por luto y respeto. El pasado 11 de marzo se publicó un edicto en el Boletín Oficial del Estado en el que se dieron 30 días hábiles para oponerse a que la solicitante heredara el título. Tras ello y "previo pago del impuesto correspondiente" de 2.726 euros, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado lunes, 22 de mayo, la disposición del Ministerio de Justicia que, en nombre del Rey, manda expedir a favor de Victoria Elisabeth la Real Carta de Sucesión en el título de duque de Medinaceli.
El “previo pago del impuesto correspondiente” es otra de las curiosidades que sólo ocurren en la nobleza española, ya que heredar ducados, condados o marquesados está gravado. En el caso de los títulos con grandeza, el impuesto a pagar es de 2.726 euros. En 2015, el Ejecutivo aumentó un 1% el impuesto por las transmisiones y rehabilitación de grandezas y títulos nobiliarios. Si se trata de una transmisión de títulos sin grandeza, el precio a abonar es de 777 euros.
Victoria ha solicitado más títulos y podría llegar a pagar 46.290 euros
No es la única cantidad que ha tenido que pagar la joven ya que ha decidido subrogarse los derechos de su padre en la sucesión de otros 38 expedientes nobiliarios: los nueve títulos con grandeza que solicitó su padre en vida, entre ellos los ducados de Alcalá de los Gazules, Camiña y Denia, además de otras 28 dignidades más, entre las que figuran 15 condados y diez marquesados. Es decir, salvo el ducado de Tarifa, que recaerá en su tío Pablo, y el de Ciudad Real en su hermano Alexander; la práctica totalidad de los más de 40 títulos que ostentaba su bisabuela, Victoria, Mimi, Eugenia Fernández de Córdoba.
En el caso de que le concedan todas estas distinciones, tendría que desembolsar 24.534 euros por los títulos con grandeza y 21.756 euros por aquellos sin esa dignidad. El monto total ascendería a 46.290 euros.
Una guerra familiar desde 2013 por los títulos nobiliarios
Su padre, Marco de Hohenlohe, tenía una lucha por los títulos nobiliario desde hace años y su muerte se produjo sin determinar la transmisión de los otros 41 reconocimientos nobiliarios que ostentaba su abuela, Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, Mimi, que murió con 96 años en agosto de 2013. Su hija Ana Medina y Fernández de Córdoba, fallecía un año antes, el 7 de marzo de 2012 a causa de un cáncer.
La familia lleva inmersa en un litigio que discurre discretamente desde el año 2013 tras la muerte de Mimi que dejó tres decenas de títulos nobiliarios vacantes, una herencia a repartir y muchos herederos interesados. Por un lado, Ignacio Medina y Fernández de Córdoba, duque de Segorbe, el hijo más pequeño y el único que no murió antes que su madre. Por otro, sus 7 sobrinos, hijos de Ana, Luis y Mercedes.
El primero en comenzar los movimientos estratégicos fue el duque de Segorbe, presidente de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, que se encargó de que todo el patrimonio de Mimi se incluyera dentro de la fundación, como la Casa de Pilatos en Sevilla, el palacio de Oca en Pontevedra o el hospital de Tavera en Toledo. Algunos miembros de la familia no se percataron de ello hasta la muerte de Mimi, lo que ha complicado el reparto de la herencia de la duquesa.
Marco tuvo serias diferencias con Ignacio Segorbe y se negó a que fuera él quien repartiera los más de 40 títulos nobiliarios que conlleva el ducado de Medinaceli. El 15 de septiembre de 2014, Marco, el primogénito se convirtió en duque de Medinaceli. Consiguió por derecho propio el título más importante de la familia. Un mes después de ser nombrado duque, Marco solicitó nueve títulos más de grandeza de España, entre los que se encontraban los ducados de Ciudad Real, Alcalá de los Gazules, de Denia y de Camiña; los marquesados de Priego, de Aytona, de Torrecilla y de Camarasa y el condado de Santa Gadea. Además, Hohenlohe solicitó el ducado de Tarifa para su hermano Pablo y los dos títulos que tuvo en vida su madre los reclamó para sus hijos.
Quedan pendientes más de una veintena de títulos, pertenecientes a su abuela pero que no tienen grandeza de España, que Marco llegó a solicitar también ante al ministerio de Justicia, de los que el duque de Segorbe ha reivindicado 13 de menor alcurnia.
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