El actor estadounidense, de 49 años, y su mujer, Jadda Pinket, de 46, ya dejaron claro en 2015 que tienen una relación abierta, por lo que cada uno es libre de quedar con quien le apetezca. El matrimonio lleva junto desde 1997 y tiene dos hijos en común, Jaden y Willow. Además el actor tiene un tercer hijo, Trish, fruto de su primer matrimonio.
A pesar de que aseguran que no van a divorciarse nunca, se niegan a que les etiqueten como ‘matrimonio’, ni siquiera ellos quieren referirse entre ellos con esta palabra. “Jadda y yo hemos decidido no volver a decir que somos un matrimonio nunca más”, ha declarado Will Smith en una entrevista para Tidal en el que le preguntaban por el secreto de llevar 20 años casados.
Después el actor explicaba: “Ahora mismo preferimos referirnos a nosotros como compañeros de vida, que es lo que ocurre cuando entras en ese espacio en el que te das cuenta de que literalmente vas a estar con la otra persona el resto de tus días”.
La pareja, que es una de las más sólidas de Hollywood, a la vez que peculiar, no ha pensado en acabar con su relación nunca: “Y aquí sí que no hay acuerdos que romper. No hay nada en el mundo, nada, que ella pudiera hacer que pudiera significar el final de nuestra relación. Ella va a tener mi apoyo hasta que muera y os aseguro que es fantástico llegar a esta fase en una relación”.
Jadda: “Dejemos atrás toda esa mierda de lo que supone ser una relación o matrimonio convencional”
Por su parte, Jadda tiene el mismo pensamiento que su marido. De su boca nunca saldría la palabra divorcio: “Will y yo somos una familia que nunca va a desaparecer. Nunca, así que dejemos atrás toda esa mierda de lo que se supone que debe ser una relación o un matrimonio convencional porque yo voy a estar a su lado pase lo que pase. Olvidemos las etiquetas típicas de marido, compañero, lo que sea. Al final del día, él es un hombre que sabe que puede contar conmigo para siempre. Punto”, declaró en otra entrevista hace unas semanas.
En otra entrevistas para Howard Stern indicó: “Tienes que confiar en tu pareja, al final del día yo no soy la vigilante de nadie. Will es un hombre adulto” y añadía después: “Will es un hombre íntegro. Tiene toda la libertad del mundo para hacer lo que quiera, mientras él mismo pueda mirarse en el espejo yo no tengo mayores problemas”.
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