Will Smith, que ha recibido el premio Oscar como mejor actor por su papel en 'El método Williams' ('King Richard'), ha empañado la 94ª edición de los Oscar 2022 y se ha convertido en protagonista por un desafortunado incidente que marcará un antes y un después en la vida y trayectoria del actor. Este abofeteó a Chris Rock después de que hiciera una broma sobre su mujer, la actriz Jada Pinkett Smith, de 50 años, y el pelo rapado que tiene debido a la enfermedad que padece, que te contamos más adelante.
El actor de 53 años, caracterizado por su sentido del humor, ha sorprendido a todos tras subir al escenario y pegarle una bofetada al cómico tras comparar a su esposa con Demi Moore en 'La teniente O’Neil '. La escena causó tal desconcierto que durante unos minutos muchos pensaron que era una broma o que estaba preparado, pero no fue así, el bofetón era real, Smith había perdido completamente los papeles.
Aunque en el vídeo bromeó con su enfermedad, el chiste de Chris Rock no le sentó nada bien. "Jada, te quiero. Estoy deseando verte en 'La teniente O’Neil 2'", señaló.
La reacción de la mujer de Will fue entornar los ojos mostrando su desaprobación con la broma, mientras que Will se rió en un principio con la broma, como se puede ver cuando le enfocan las cámaras. Sin embargo, minutos después apareció encima del escenario para propinarle el golpe a Chris. "Will Smith me ha cruzado la cara", dijo el cómico sin dar crédito de lo que acababa de pasar.
Una vez que regresó a su asiento le gritó: "Mantén el nombre de mi mujer fuera de tu puta boca". "Wow, tío, era una broma sobre la teniente O'Neill'", se justificó Rock, mientras que Smith le volvía a repetir: "¡Quita el nombre de mi mujer de tu puta boca!". "Así lo haré, ¿vale? Eso ha sido... la mejor noche en la historia de la televisión", dijo manteniendo el tipo, impasible tras al tortazo.
La enfermedad que tiene la mujer de Will Smith
La mujer de Will Smith, Jada Pinkett Smith, desveló el pasado mes de diciembre que padece una enfermedad, alopecia femenina, un padecimiento que se caracteriza por la pérdida anormal del pelo. Una confesión que hizo ya que le estaba resultando "un poco más difícil de ocultar" cada vez.
La actriz descubrió que padecía esta enfermedad en 2018 y en ese momento comentó que fue una sensación realmente aterradora el descubrir que estaba perdiendo el pelo. "No es fácil de afrontar, estoy luchando contra problemas de pérdida de pelo. Un día estaba en la ducha y, de repente, encontré que tenía puñados de pelo en mis manos", indicó en su programa 'Red Table Talk'. Jada indicó que se quedó temblando a causa del pánico que sintió: "Pensé… ¡Dios, me estoy quedando calva!".
Su hija Willow, que ha sido un apoyo incondicional en este duro proceso de aceptación fue quien le animó a raparse. "Willow me obligó a hacerlo porque era hora de dejarlo ir (…) Realmente tuve que ponerlo en perspectiva. La gente tiene cáncer… Y si dios quiere quitarte tu pelo ¿eso es todo?… Cuando lo miré desde esta perspectiva, realmente me tranquilizó", comentó la mujer de Will Smith.
Jada Pinkett Smith: "Todos saben que he estado luchando contra la alopecia"
La situación se agravó aún más en el último año, por lo que antes de dar lugar a todo tipo de rumores y especulaciones, explicó en un vídeo en su Instagram por qué se había rapado la cabeza. "Todos saben que he estado luchando contra la alopecia y, de repente, un día, mirad esta línea de aquí", dijo señalando una zona de su cabeza en la que ya no le crece el pelo y tiene aspecto de cicatriz.
A pesar de que para una mujer es especialmente duro quedarse sin pelo, Jada trata de tomárselo con humor: "Ahora, en este punto, solo me puedo reír" y bromeó diciendo: "Voy a poner algunos diamantes y a hacerme una corona", dijo mientras mostraba una línea blanca que tiene en su cabeza, que tiene aspecto de cicatriz.
Además de querer visibilizar su problema de calvicie, la actriz ha querido concienciar a sus fans sobre el cuidado del sistema digestivo. Para ello, permitió que le grabaran todo el proceso de su primera colonoscopia, unas imágenes que compartió en su programa 'Red Table Talk'.
Will Smith y su mujer tiene una relación abierta
El matrimonio lleva casado 25 años y tiene dos hijos, Jaden y Willow. Además el actor tiene un tercer hijo, Trey, fruto de su primer matrimonio. La pareja se conoció en 1994 cuando la actriz se presentó a la audición para el papel de Lisa, en 'El príncipe de Bel-Air' pero no la cogieron. Unos años más tarde, comenzaron a salir y se casaron en diciembre de 1997.
Will Smith y Jada Pinkett son una de las parejas más sólidas de Hollywood con una peculiaridad: tienen una relación abierta, la llave del éxito de su matrimonio según han asegurado.
"El matrimonio para nosotros no puede ser una prisión", señaló Will en una ocasión. Aunque admitió que al principio su relación fue monógama, luego decidieron que fuera abierta para seguir juntos. "Ya no podíamos fingir. Ambos éramos miserables y claramente algo tenía que cambiar". Y añadió: "Jada nunca creyó en el matrimonio convencional".
La actriz también se ha pronunciado al respecto: "Siempre le he dicho a Will: ‘Puedes hacer lo que quieras siempre que puedas mirarte en el espejo y estar bien’", dijo. "Yo estoy aquí como su socia. Él tiene que decidir quién quiere ser y eso no me corresponde a mí. Y viceversa", aseguró Jada.
Tanto ella como él han reconocido haber tenido sexo con otras personas. Will también declaró en 2008 que su mujer podría estar con otro hombre si sentía que lo necesitaba. De hecho, el año pasado, Jada, en su programa 'Red Table Talk' de Facebook, desveló que se separaron durante un tiempo a mediados de la década de 2010, época en la que ella tuvo una relación con el joven rapero August Alsina. Ella explicó que su relación con Alsina hizo la relación con su esposo más fuerte que nunca.
Will Smith: "El divorcio fue el fracaso más importante para mí"
Will Smith confesó en 2020 en el programa de Jada lo mal que lo pasó con el divorcio de la que fue su primera mujer, la actriz y empresaria Sheree Zampino, con quien estuvo casado entre 1992 y 1995, y tuvo a su primer hijo, Trey, que ahora tiene 29 años. "El divorcio fue el fracaso más importante para mí", aseguró el actor.
Después confesó los remordimientos que tuvo durante un tiempo con su hijo mayor. "Me han lastimado mucho en mi vida adulta, pero no creo que nada me haya afectado tanto como divorciarme de la madre de mi hijo de dos años. Me separé y me encontré con que si un hombre no es un gran esposo, pierde sus derechos parentales", se lamentó haciendo alusión a la batalla judicial que tuvo por la custodia de su hijo que tenía tan solo dos años cuando se divorció.
Que mi hijo no viera peleas ni discusiones [con su madre] me hizo estar ausente como padre
Al recordar el momento en el que fue padre por primera vez, Will confesó entre lágrimas: "Lo traje a casa, lo pusimos en la cuna y sentí como un terror absoluto. Pensé 'soy totalmente responsable de esta vida'. No podía dejar de ir a mirarlo y comprobar que estaba bien. Lloré mucho, de hecho ahora estoy llorando", confesó.
"Soy mucho mejor padre que esposo. Pero en ese proceso comienzas a luchar por tus derechos y el niño está en el medio", indicó
Para evitar crearle un trauma a su hijo por las peleas que tenía con su primera mujer, el actor no ejerció como el padre que debió ser, algo que trató de enmendar con sus otros dos hijos. Smith prometió que sus hijos nunca verían ningún tipo de violencia hacia su madre, por lo que optó por educarlos en casa y pasar más tiempo con ellos.
Esto provocó el distanciamiento con su hijo mayor: "Yo había visto a mi padre golpear a mi madre. Creo que mi deseo de que mi hijo no viera peleas ni discusiones [con su madre] me hizo estar ausente como padre. Quería crear suficiente distancia".
El hijo mayor del actor llegó a confesar que en su infancia se sintió totalmente desamparado por su padre, que parecía más centrado en la crianza de sus dos hijos menores mientras que a él no le dedicó demasiado tiempo. Fue Jada la gran impulsora para que esta mala relación terminara y medió para que Will y Trey estrecharan su relación.
"Firmé los papeles de divorcio, salí de ahí y llamé a Jada"
Tras quedar separado legalmente contactó rápidamente a su actual pareja: "(Sheree) me pidió el divorcio el día de San Valentín. Me acuerdo de que firmé los papeles de divorcio, salí de ahí y llamé a Jada". Actualmente, Will, Jada y Sheree tienen una buena relación, lo que ha quedado registrado en sus redes sociales, intercambiándose mensajes de cariño y admiración.
"Feliz cumpleaños, Sheree. La mejor mamá del mundo. Te quiero", le escribió Will a su exmujer por su 51 cumpleaños. Jada Pinkett también la felicitó: "Estoy muy contenta de que hayamos encontrado un lugar donde reírnos juntas, llorar juntas y compartir juntas la felicidad de nuestra agitada familia. Has sido un regalo".
Will Smith pensó en matar a su padre
El actor no ha parado de hacer revelaciones muy íntimas últimamente, una de las más sorprendentes fue el confesar en su biografía 'Will', que publicó en 2021, que llegó a plantearse matar a su padre como venganza ante la violencia que este había ejercido sobre su madre durante su matrimonio cuando el actor era un niño.
El actor, nacido en Filadelfia en 1968, habló en su biografía de sus traumas y problemas. Su padre fue una persona que le marcó mucho, era un hombre violento y alcohólico que maltrataba a su madre. "Cuando tenía nueve años, vi a mi padre golpear a mi madre en el costado de la cabeza con tanta fuerza que se desplomó. La vi escupir sangre. Ese momento en la habitación, posiblemente más que cualquier otro de mi vida, ha definido quién soy", señaló.
El hecho de que no ser capaz de enfrentarse a su padre ni hacer nada es algo que le ha atormentado todos estos años. "Dentro de todo lo que he hecho desde entonces, los premios, elogios, los personajes... hay una cadena de disculpas hacia mi madre por mi inacción ese día, por no hacer frente a mi padre, por ser un cobarde".
El vivir estos episodios traumáticos le llevó a pensar en suicidarse e incluso quitarle la vida a su padre. Este último pensamiento se le volvió a pasar por la cabeza cuando a su progenitor le diagnosticaron cáncer, le dieron seis semanas de vida y él tuvo que cuidar de él.
"Cuando era niño, siempre me dije a mí mismo que algún día vengaría a mi madre. Que cuando fuera lo suficientemente mayor, cuando fuera lo suficientemente fuerte, cuando ya no fuera un cobarde, le mataría (...). Me detuve en la parte superior de las escaleras. Pensé que podría empujarlo y quitármelo de encima fácilmente", confesó. Afortunadamente, no lo llevó a cabo.
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