Economía

La guerra comercial China-EEUU provoca la primera recesión de la industria europea en cinco años

El frenazo del comercio mundial por el conflicto arancelario entre las dos primeras potencias económicas, unido a la desaceleración de China y a los problemas que atraviesa el sector del automóvil han llevado a la recesión a las fábricas europeas

  • Imagen de archivo de una fábrica

La industria de Alemania (su producción y sus exportaciones) ha sufrido en febrero la caída más acusada de los últimos seis años y se considera que ha entrado en recesión, ya que el número de subsectores industriales en contracción es superior al de aquellos que están en expansión.

Así lo refleja el índice PMI manufacturero divulgado por Markit, que se ha situado en un nivel de 47,6 puntos, es decir, por debajo de 50, la nota que marca la diferencia entre crecimiento y recesión.

"Además de la caída de la producción, el descenso en el índice refleja también una contribución negativa de los nuevos pedidos, el stock de compras y el envío de proveedores, que ha caído por primera vez en tres años", explica Markit.

El problema principal de las fábricas alemanas es la menor demanda de pedidos, más grave en las fabricantes de automóviles y sobre todo por parte de China, el tercer mayor comprador de productos alemanes del mundo. Esta caída de pedidos provocará en los próximos meses un descenso de la producción.

Los problemas que atraviesa el gigante asiático -que creció en 2018 un 6,6%, al menor ritmo desde 1990, y que se encuentra inmerso en plena guerra comercial con Estados Unidos- han afectado directamente a la economía germana.

Las exportaciones de Alemania a China alcanzan un volumen de 86.184 millones de euros, según los últimos datos del ICEX, lo que la sitúa como el tercer país que más le compra. Por ello, la menor demanda procedente de ese país asiático ha sido muy perjudicial para el país que dirige Angela Merkel, a lo que se suma la creciente competencia de otros países europeos.

Alemania arrastra a Europa

La debilidad de la industria alemana ejerce un efecto arrastre sobre todo el continente europeo, cuyo índice PMI manufacturero se ha situado en el 49,2 en febrero, el peor dato de los últimos cinco años.

El índice PMI, que es uno de los indicadores más interesantes ya que adelanta hacia qué dirección se moverá la economía, va acompañado de una previsión de crecimiento para los países de la zona euro.

Para Alemania, pronostican un crecimiento del 0,2% en el primer trimestre de 2019, mientras que para Francia auguran que se dirige "hacia el estancamiento o incluso hacia una ligera contracción".

Esto último perjudicará a su vez a Alemania, ya que Francia es el segundo cliente de sus exportaciones (por detrás de EEUU, su primer socio comercial) , y también a la economía española, para la que Francia es el primer destino de las exportaciones.

"Una creciente aversión al riesgo ha atenuado la demanda, la inversión y el gasto"

El mal comportamiento de la industria europea parece acercar aún más la ralentización prevista para el viejo continente. El Banco Central Europeo ya lo auguraba en la reunión que mantuvo en enero y cuyas actas se han publicado este jueves, en las que señala que "el crecimiento económico de la zona del euro a corto plazo va a ser más débil de lo anticipado previamente", por lo que quiere preparar rápidamente más liquidez a largo plazo para afrontarlo.

El economista jefe del BCE, Peter Praet, dijo el miércoles en Fráncfort que "el clima económico de la zona del euro cambia de forma fundamental y no sólo de forma temporal", debido a los conflictos comerciales y la incertidumbre política por factores como el 'brexit' o la situación de Italia, según recogió Efe.

China y EEUU, actores clave

Previsiblemente Alemania estará expectante ante los posibles avances de las negociaciones entre China y EEUU, que han retomado este jueves las conversaciones en Washington para intentar encontrar una solución a su disputa arancelaria antes de que el 1 de marzo concluya la tregua de 90 días que se dieron sus presidentes Xi Jinping y Donald Trump en diciembre.

Aunque el último dato del PMI manufacturero de España fue positivo (52,4 puntos en enero), Paul Smith, director de Economía de Markit subrayó al divulgarlo que "los continuos obstáculos que deben afrontar el comercio y el crecimiento mundial sugieren que los riesgos a la baja para el comportamiento del sector continuarán a corto plazo".

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, reconoció este mismo jueves que la situación del comercio global será fundamental para determinar el comportamiento de las exportaciones españolas y aludió en concreto a la importancia del impacto de la guerra comercial y la economía china en la alemana, que a su vez repercute en España al ser Alemania nuestro segundo socio comercial.

Francia es el primer cliente de nuestras exportaciones (compra bienes por valor de 41.637 millones de euros), seguido de Alemania (30.946 millones), Italia, Reino Unido y Portugal. China se encuentra en duodécimo puesto, según datos del ICEX.

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