Las cifras son de mareo. En marzo de este año, la deuda de los bancos españoles contraída con el Banco Central Europeo (BCE) volvió a alcanzar niveles históricos: 227.600 millones de euros, según los datos del Banco de España que acaba de publicar. Esto supone, casi un 50% más de deuda acumulada que en el mes anterior, cuando las entidades de crédito solicitaron 152.432 millones de euros.
La razón de este incremento debe buscarse en el segundo manguerazo del BCE. La entidad emisora del euro, bajo mando del italiano Mario Draghi, efectuó una segunda subasta de liquidez el pasado 29 de febrero. Una inyección que supuso un riego de dinero al sistema financiero europeo de cerca de un billón de euros (sumándolo al primer manguerazo de diciembre de cerca de 500.000 millones de euros).
Sector privado, en el dique seco
Pero lo anecdótico es que mientras que la banca española se endeuda como nunca con el BCE, familias y empresas siguen en el dique seco. La financiación al sector privado continúa en mínimos históricos. De hecho, en febrero esta cayó un 2,4%, alcanzado los niveles más bajos de la serie histórica.
El único sector económico que se ha visto beneficiado hasta ahora de la facilidad de crédito a la banca por parte del BCE ha sido la administración pública: en enero registró un ascenso del 14,6%.
¿La explicación? La organización responsable de la política monetaria europea está facilitando el acceso a crédito a la banca, pero esta no la transmite a su vez al circuito privado, cuyos canales de financiación están completamente atorados. Así, los datos del Banco de España revelan que las administraciones públicas vieron aumentar su financiación un 14,6% frente a las bajadas que sufrieron empresas (-2,2%) y hogares (-2,7%).
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