Bruselas será la que diga, en última instancia, si la fórmula que ultiman el ministro Luis de Guindos y el Banco de España para salvar Bankia mediante esta nacionalización encubierta puede ser digerida o no por las autoridades de Competencia, bajo la supervisión del comisario español Joaquín Almunia. De ahí que las recomendaciones de la Comisión Europea estén siendo seguidas por el Gobierno casi al pie de la letra.
Economía intentó despejar la solución para Bankia hace dos fines de semana, pero no lo consiguió porque las negociaciones con el próximo presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, fueron arduas. La dimisión ayer lunes de Rodrigo Rato zanjó el primer capítulo de esta larga película, permitiendo al Gobierno casi cinco días de distancia con la receta que anunciará en el Consejo de Ministros del viernes para dar una salida ordenada a los activos inmobiliarios bajo sospecha.
El Gobierno se propone despejar definitivamente las dudas sobre la solvencia de todas las entidades y para ello ultima facilitar una salida ordenada de los activos dudosos favoreciendo la separación clara entre el riesgo inmobiliario y el financiero.
La exposición global de los bancos al ladrillo supera los 323.000 millones y de ellos 175.000 están bajo sospecha
Economía confía en un saneamiento “drástico” de los activos problemáticos ligados a la promoción y la construcción mediante la progresiva salida de los mismos de los balances bancarios. Guindos considera que la aproximación de los valores en libros y el precio de mercado facilitará la solución. Para enajenar estos activos prevé “vehículos especializados” en la gestión de estos activos, tarea que se llevará a cabo de forma independiente del negocio bancario. En Economía se opina que esta forma de proceder aportará mayor claridad a los accionistas externos sobre las fuentes de resultados de cada entidad.
En estos momentos, la exposición de las entidades de crédito al ladrillo supera los 323.000 millones de euros. 175.000 son calificados de problemáticos: 88.000 corresponden a suelo o promociones en curso y 87.000 a viviendas terminadas. Luego hay otros 148.000 millones que están contabilizados por la banca como riesgo normal.
Economía niega la intervención de la entidad
El Ministerio de Economía y Competitividad emitía este martes un comunicado en el que desmentía con rotundidad la intervención de Bankia, aclarando que 'lo que se ha producido es un cambio en la presidencia de la entidad, y que todo responde al objetivo del saneamiento, reestructuración y mejora del gobierno corporativo'.
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