El consejo de administración de Abengoa ha formulado las cuentas del año 2019, lo que venía retrasando desde que revisó su plan de viabilidad y encargó a un experto independiente la determinación de una valoración, según la cual el patrimonio neto de la sociedad fue negativo ese año por importe de 388 millones (lo que la colocaba en causa de disolución).
En un hecho relevante enviado por la compañía este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Abengoa señala que está pendiente de recibir los informes correspondientes del auditor de cuentas para hacer públicas las cuentas de ese ejercicio.
También dice que, una vez que se reciban los informes del auditor de cuentas de la sociedad correspondientes a las cuentas individuales y consolidadas de ejercicio de 2019, se procederá a su publicación de forma inmediata, así como a la convocatoria de la junta de accionistas para someterlas a aprobación.
Reivindicación de los críticos
La presentación de estas cuentas auditadas es una de las reivindicaciones de la plataforma de accionistas críticos AbengoaShares, que consiguió cesar al consejo de administración que presidía Gonzalo Urquijo y colocar como consejeros a Juan Pablo López-Bravo, luego elegido presidente; Margarida de la Riva Smith y a Jordi Sarrias, que dimitió para evitar conflictos de interés entre Abengoa y una de las compañías de las que es administrador.
La aceptación por los nuevos consejeros del acuerdo de refinanciación pactado por el anterior consejo con la banca el pasado 6 de agosto provocó que una parte de los accionistas de AbengoShares constituyeran una sindicatura de acciones, que ha forzado la convocatoria de una nueva junta de accionistas para el próximo 4 de marzo para cesarles y sustituirles.
Sus sustitutos serían Clemente Fernández -expresidente de Amper y que sería el nuevo presidente de Abengoa-, José Alfonso Murat y José Joaquín Martínez, que han sido propuestos por los accionistas críticos como consejeros.
Mientras tanto, la negociación entre los principales acreedores de Abengoa, la banca y el Instituto de Crédito Oficial (ICO), para cerrar un acuerdo de reestructuración de la deuda de la compañía prosigue y el plazo para firmar la operación se ha extendido una vez más, en esta ocasión hasta el 19 de febrero.
La antigua cúpula de la compañía, encabezada por Gonzalo Urquijo, alcanzó a principios de agosto un acuerdo con la banca que contaba con el visto bueno del ICO, pero que incluía también la aportación de 20 millones de euros por parte de la Junta de Andalucía.
Falta de fondos
La idea era firmar la reestructuración antes del 30 de septiembre de 2020, pero el dinero comprometido por el Gobierno autonómico nunca llegó con el argumento de que no tiene "mecanismos jurídicos" para conceder una ayuda directa a una gran empresa. Posteriormente, el Banco Santander se ofreció a poner esa cantidad para salvar la compañía antes de que acabara 2020.
Los accionistas críticos se oponen a un plan que dejaría su participación en Abenewco 1, la que controla el negocio clave, por debajo del 3% tras la reestructuración, mientras que ellos reclaman tener entre un 20% y un 38,5% de la filial y que Abengoa, la matriz, no quiebre, algo que parece difícil de evitar.
Los bancos y el Gobierno tratan de llegar a un acuerdo con el nuevo equipo de la compañía desde comienzos de 2021, tras la prórroga que se concedieron a finales de 2020, y seguirán buscando una salida al menos durante la primera mitad de febrero, pues se han dado de plazo hasta el viernes 19.
Abengoa decidió retrasar la formulación de las cuentas anuales de 2019, que estaba prevista para el 30 de junio de 2020 hasta el 14 de julio de ese año, fechas en que Gonzalo Urquijo aún presidía la compañía.
La falta de formulación de las cuentas de 2019 y la situación de patrimonio negativo de la sociedad matriz, que la situaba en causa de disolución, hizo que se suspendiera la cotización de sus acciones en bolsa el 14 de julio, fecha desde la cual sus títulos no se negocian.
Antes de esa fecha, el 19 de mayo de 2020, Abengoa había anunciado medidas para reequilibrar su patrimonio y había comunicado que sus pérdidas en 2019 habían sido de 517,5 millones de euros.
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