Atlantica, la compañía nacida de la reestructuración de la antigua filial de Abengoa en Estados Unidos, tiembla ante el concurso de acreedores de la matriz del grupo español.
La compañía estadounidense, que cotiza en el mercado alternativo Nasdaq, tiene como principal proveedor y socio en el mundo a Abengoa, y varios de sus principales ejecutivos provienen de la multinacional española.
En una reciente presentación de sus resultados al regulador del mercado estadounidense, Atlantica admite numerosos riesgos e incertidumbres que se ciernen sobre su negocio tras la declaración de concurso de acreedores de Abengoa SA, la matriz del grupo energético español.
Atlantica teme que el concurso de Abengoa SA se extienda a Abenewco1, la sociedad que ha acogido la mayor parte del negocio
Atlantica es consciente de que si el concurso de Abengoa SA se extiende al resto de las filiales, las consecuencias pueden ser nefastas. Muchas de las plantas energéticas propiedad de Atlantica son explotadas por Abengoa o subcontratadas, y numerosos acuerdos de financiación dependen todavía de la situación de la compañía española.
El pasado lunes Abengoa informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que solicitaba el concurso, y el viernes el juzgado mercantil de Sevilla comunicó la declaración de concurso de acreedores de la empresa, como ha informado este diario.
"La declaración de concurso de la sociedad individual Abengoa, SA en febrero de 2021, puede ocasionar el concurso de Abenewco1, sociedad controladora de las filiales que realizan los servicios de operación y mantenimientos", dice Atlantica, y puede provocar "procedimientos concursales en curso de las filiales de Abengoa que aún no hemos identificado".
Santiago Seage, consejero delegado de Atlantica, percibió una retribución de 2,5 millones de dólares en 2020
Abengoa sacó a cotizar en 2014, en el mercado alternativo estadounidense Nasdaq, su filial en el país, Abengoa Yield. La salida a Bolsa fue una de las grandes operaciones de la última época de Felipe Benjumea como presidente de Abengoa.
La crisis en la que se sumergió la multinacional española a partir de 2015 llevó a Abengoa a desprenderse de la división estadounidense para reducir deuda, proceso que cerró en noviembre de 2018 con la venta de su participación a la canadiense Algonquin.
"Un deterioro en la posición financiera de Abengoa y de algunas de sus subsidiarias puede ocasionar un efecto material adverso en algunos de nuestros acuerdos de operación y mantenimiento", advierte Atlantica. "No podemos garantizar que Abengoa y / o sus subcontratistas puedan seguir desempeñándose con el mismo nivel de servicio (o nada) y bajo los mismos términos y condiciones ...)".
Al grupo estadounidense también la preocupa el impacto reputacional que pueda ocasionar el concurso de la empresa española. "Aunque Abengoa no es nuestro accionista desde finales de 2018, en algunas geografías nuestra reputación sigue estando relacionada con la de Abengoa", explica Atlantica. "Cualquier daño a la imagen pública o reputación de Abengoa como resultado de la quiebra ...) podría tener un efecto material adverso en nuestro negocio".
Santiago Seage ganó 2,5 millones
Atlantica emplea a diversos ejecutivos y directivos que trabajaron antes en Abengoa. El consejero delegado del grupo estadounidense, Santiago Seage, se unió en 2005 a Abengoa y presidió la filial Abengoa Solar.
De acuerdo a las últimas cuentas presentadas por la compañía estadounidense, Seage percibió en 2020 una retribución total de 2,5 millones de dólares -1,68 millones un año antes-.
Otros exAbengoa que trabajan ahora en Atlantica son David Esteban, vicepresidente del grupo para EMEA; Emiliano García, vicepresidente para Estados Unidos; Antonio Merino, vicepresidente para América del Sur; o Irene Hernández, abogada de la compañía.
Atlantica ingresó 1.013,3 millones de dólares en 2020, cifra ligeramente superior a la alcanzada en 2019.
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