Abengoa ha comunicado a sus trabajadores que no podrá pagar las nóminas de junio en su totalidad ante la situación de la compañía, que negocia con la banca para buscar una solución que permita a la compañía recibir 300 millones antes de finales de julio y evitar el concurso.
Fuentes del mercado han confirmado a Efe la existencia de dicha comunicación interna remitida por la dirección de la multinacional sevillana, que a cierre de 2019 contaba con más de 14.000 empleados en todo el mundo y había aumentado sus ventas un 15 % en tasa interanual, hasta 1.493 millones de euros.
Además, gracias a que su resultado de explotación o ebitda había crecido un 60%, hasta 300 millones, sus pérdidas se redujeron un 65,5%, hasta 517 millones.
No obstante, la empresa arrastra problemas desde 2015, cuando evitó la que podría haber sido la mayor quiebra de España, tras renegociar su deuda, próxima entonces a los 9.000 millones, que ha refinanciado varias veces y ha conseguido reducir con la ayuda de la venta de activos.
Según los últimos datos, la deuda financiera de Abengoa rozaba los 6.000 millones de euros, exactamente 5.948 millones, tras crecer un 5% en 2019.
Negociación contra reloj
Para paliar esta situación, Abengoa y la banca negocian contra reloj una solución que permita a la compañía recibir 300 millones y esquivar así, de nuevo, el concurso de acreedores.
Al margen de los avales por esa cantidad, la firma necesitaría otros 250 millones en liquidez, según fuentes próximas a la negociación mantiene con sus principales bancos acreedores: el Santander, Calyon y Bankia.
Con todo, el panorama no parece especialmente preocupante porque estas tres entidades estarían dispuestas a seguir apoyando a la multinacional.
Sin embargo, al tratarse de la suma de grandes cantidades, la operación sería más fácil si la empresa obtiene el apoyo también del resto de acreedores, entre ellos el propio Estado, a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO).
La entidad pública podría actuar directamente financiando a la compañía, al igual que ha participado en otros préstamos a grandes empresas, o bien como garantía de los créditos que concedan los bancos en el marco de la línea de avales de hasta 100.000 millones.
Fuentes de la propia Abengoa reconocieron hace unos días estar inmersos en negociaciones para recabar el apoyo público no sólo del ICO sino también de Cesce, la compañía que gestiona el seguro de crédito a la exportación por cuenta del Estado y aporta soluciones para la gestión del crédito comercial.
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