Economía

Florentino Pérez entregará la mitad del beneficio de ACS a un rival de Abertis y Aena

Cobra generó en la primera mitad de 2020 el 57% de las ganancias netas del grupo constructor. Una rentable división que, en el caso de materializarse la operación con Vinci, alimentaría a un gigante de la gestión de la concesiones y aeropuertos en el mundo

2020 no ha sido fácil para el Grupo ACS. Un ejercicio marcado por la crisis del coronavirus que se suma a los problemas que arrastraba con alguna filial, como es el caso de Cimic en Australia. Con estos ingredientes, sus ingresos ha caído un 5% y un 31% su beneficio. Este escenario quiere ahora compensarlo vendiendo divisiones.

Y las que más propuestas recibe son las más rentables. Esto es lo que ha ocurrido con la oferta de Vinci por su división industrial, que está liderado por su filial Cobra. Esta división generó en el primer semestre de 2020 el 57% del beneficio de ACS, el 22% del resultado bruto de explotación (Ebitda) y su cartera de contratos equivale al 13% del total de todo el grupo que preside Florentino Pérez.

"La salida de un negocio en el que en muchos casos son líderes del mercado y que tiene elevado peso en el balance, además de que obtienen unos retornos muy atractivos y es plataforma de crecimiento a través del desarrollo de renovables, le resta cierto atractivo al valor de cara al largo plazo", explica el analista de Renta 4, Ángel Pérez, sobre el futuro de ACS

Esto es lo que quiere comprar Vinci. El gigante francés, que vale seis veces más en Bolsa que ACS, busca agrandar su negocio industrial de una cartera muy diversificada. Es rival del grupo de Pérez en la construcción, de Aena en la gestión de aeropuertos y de la propia Abertis, filial de ACS, en la gestión de las concesiones de autopistas en el mundo. 

"Veremos en los próximos meses si las negociaciones se traducen en una operación de venta y en qué términos, pero en principio consideramos positiva la posible entrada de caja que permitiría mitigar el impacto de la pandemia en las cuentas del grupo y los problemas registrados en alguna filial", añade el analista de Renta 4. 

Centrarse en la construcción

Tras la operación, el peso de la construcción en el resultado bruto de explotación de ACS pasará a ser del 82%, las concesiones (incluido Abertis) pasará a ser producir el 14% y su división de servicios, con Clece a la cabe, será del 4%.

"A priori la operación nos sorprende en la medida que considerábamos Servicios Industriales como una división estratégica para la compañía, si bien valoramos positivamente, además del precio pagado, el hecho de que Zero-E (activos renovables) queda fuera del perímetro de la misma", valoran los analistas de mercado de Banco Sabadell. 

Los expertos consideran que, desde un punto de vista positivo, la operación dejaría a ACS con una posición financiera y de liquidez muy fuerte en un escenario de incertidumbre en lo que se refiere a la evolución de la economía en los próximos años y meses. 

Juan Tuesta, analista del Departamento de Análisis y Mercados de Bankinter, considera que, según sus cálculos, el importe que se pagará equivale a un múltiplo de veces ebitda, lo que consideramos muy atractivo en comparación con la media del sector, que está en torno a seis. "Entendemos que el elevado importe se debe a la prima de control del negocio y a que casi la mitad del pago se podría desembolsar en acciones de la compradora", explica. 

¿Qué puede hacer ACS con ese dinero? 

Desde el mercado insisten en que estos 5.200 millones de euros que pagará Vinci por Cobra servirá a ACS para 'tapar agujeros'. Aunque, como empresa cotizada, necesita algún impulso y movimiento en el mercado para que el accionista siga confiando en la empresa de Florentino Pérez. 

Por ello, los analistas de Sabadell confían en algún movimiento tras el cierre de esta venta. "Dejaría a la compañía en una posición favorable para continuar creciendo en el área concesional en coinversión con Abertis o, incluso, incrementar su participación en ésta si Atlantia se viera obligada a realizar alguna desinversión en este sentido", apuntan. 

Otra vía es quitarse el problema australiano de en medio. "Podría plantearse la exclusión de cotización de CIMIC o un incremento de la participación en Hochtief, que le costaría cerca de 825 millones. Mientras tanto ACS seguiría trabajando para la búsqueda de un socio en la filial de Cimic de servicio de minería llamada Thiess, lo que podría ser una opción donde además entrara caja", concluyen los analistas de Sabadell. Lo que parece seguro en el mercado es que está operación será un punto de partida para un nuevo ACS. 

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