ACS vuelve a recibir malas noticias de su filial australiana. Tras su salida forzosa de Oriente Medio, Cimic deberá renunciar ahora a los 1.150 millones de dólares australianos, 689 millones de euros al cambio actual, con los que valoraba en sus cuentas la deuda de la energética Chevron por los sobrecostes del 'megaproyecto' australiano de Gorgon.
Un laudo arbitral recientemente dictado reduce este pago a 78 millones de dólares (46 millones de euros) y obliga a la filial de la empresa que preside Florentino Pérez a pagar 35 millones de dólares (20 millones de euros) en concepto de 'reconvenciones', acusaciones que introduce el demandado junto con su defensa.
Cimic ha comunicado a sus inversores que esta derrota, que provoca que 1.150 millones de dólares desaparezcan de su balance, se compensará con la provisión de 675 millones (404 millones de euros) que tenía reservado para esta causa. Junto a ello, los cerca de 2.200 millones (1.318 millones de euros) que espera ingresar de la reciente venta del 50% de la minera Thiess a Elliott Advisors servirán para compensar el castigo.
La filial de ACS lleva desde 2016 persiguiendo a Chevron. El consorcio que lideraba la empresa del también presidente del Real Madrid ganó este contrato a finales de 2009 y se finalizó en agosto 2014. Gorgon se anunció como el mayor proyecto de gas natural en la historia de Australia y uno de los mayores proyectos de gas natural en el mundo. Chevron pretendía con la producción de esta infraestructura dar respuesta a la creciente demanda asiática.
Valorado en 1.340 millones
El valor total del contrato se situaba por entonces en 1.340 millones de euros. El encargado de levantar esta infraestructura fue un consorcio liderado por CPB Contractors, una filial del Grupo Cimic, y la energética Saipem, filial de la italiana Eni. El proyecto incluyó la construcción de un muelle de 2,1 kilómetros de longitud y todas las infraestructuras marinas asociadas, que es la parte de la obra que sufrió gran parte de estos sobrecostes.
Dos años después de entregarlo, la filial de ACS reclamó esta compensación porque consideraba que durante la ejecución del proyecto se realizaron "cambios en su alcance y condiciones" que llevaron a la empresa y a su socio de consorcio a solicitar cambios en los requerimientos del contrato.
La reclamación se cifraba en un primer momento en 1.860 millones de dólares australianos (unos 1.114 millones de euros), el importe que le corresponde en función a su participación de control en el consorcio. A esta cantidad a la que considera tiene derecho habría que sumar los intereses, que afirma que ya suman unos 500 millones de dólares (unos 320 millones de euros) y otros costes.
No obstante, y en virtud de la normativa contable, Cimic detallaba en 2016 que sólo tenía reconocidos los ingresos que le corresponderían por los gastos soportados en el contrato, lo que supone un importe de 1.150 millones de dólares australianos (689 millones de euros).
Un castigo similar al de Oriente Medio
Su derrota multimillonaria con Cevron recuerda a lo vivido por parte de la filial de la empresa de Florentino Pérez en Oriente Medio. Cimic registró un agujero de 1.800 millones de dólares (1.079 millones de euros) por las deudas no recuperables de su actividad en la región, tras su salida de este mercado en enero.
Esta decisión en enero provocó un desplome de las acciones de Cimic de un 20%, lo que provocó una demanda colectiva presentada por los accionistas que todavía hoy sigue en curso.
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