Las aerolíneas creen que todos los viajeros internacionales deberían poder entrar a España sin ningún control sanitario por el coronavirus. Así se hace ya, desde el jueves, con los pasajeros que llegan desde países de la Unión Europea o asociados Schengen. No obstante, no ocurre igual con los viajeros de terceros países.
Así se recoge en la resolución de Salud Pública del pasado jueves, en la que se anuncia la eliminación de las restricciones de viaje para los pasajeros señalados (UE-Schengen), pero en la que se especifica: "Las personas que lleguen a España por vía aérea o marítima desde países que no pertenezcan a la Unión Europea o no tengan la consideración de países asociados Schengen podrán ser sometidas a un control sanitario en el primer punto de entrada que incluirá, al menos, la toma de temperatura, un control documental y un control visual sobre su estado físico".
A juicio de las aerolíneas, que el criterio no sea el mismo según el destino del viajero perjudica a España como destino turístico, por la competencia de otros países. En este sentido, aunque celebran "La decisión de eliminar todos los controles y restricciones, porque favorece que nos aproximemos a las cifras del verano de 2019, queda homogeneizarlo con los que vienen de otros países", explican desde la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
Para esta patronal, el ejemplo es claro: "Los viajeros que vienen de otros países, como británicos o estadounidenses, todavía tienen que presentar requisitos que otros países competidores por España por el turismo como Grecia o Italia no piden, por lo que podrían optar por el destino que les dé más facilidades". En esta línea, mandan un mensaje al Gobierno: "El de esta semana es un paso positivo, pero había que dar uno más para normalizar la operación de viajeros internacionales desde-hacia España", comenta el presidente de la patronal de las aerolíneas, Javier Gándara.
Las aerolíneas y el turismo internacional
La petición de las aerolíneas se asemeja a la de otros sectores como la hostelería o el comercio, que esperan la llegada del turista extranjero a España para tratar de compensar la inflación con el incremento de gasto. Los datos, de momento, son muy positivos, por lo que desde el sector turístico esperan que este verano sea el punto de inflexión definitivo para recuperarse de la pandemia.
Desde el sector hotelero, por su parte, consideran que la eliminación de las restricciones de entrada para los países señalados "va a favorecer la movilidad y la operatividad que vamos a tener. De cara al verano, vemos comercialmente cómo va a hacer un aumento de la movilidad hacia España", explica a Vozpópuli el presidente de la patronal Cehat, Jorge Marichal, que apunta sin embargo a que esta "perspectiva positiva" puede verse empañada "porque los costes siguen aumentando mes a mes". A pesar de esto, la patronal de los hoteles reconoce que "el ambiente está muy animado, sobre todo por está eliminación".
Hasta ahora, las cifras arrojan motivos para la esperanza. De hecho, solo en abril, coincidiendo con la Semana Santa, España recibió 6,1 millones de turistas internacionales que gastaron 6.900 millones de euros, en torno a diez veces más que un año antes y muy cerca de las cifras de 2019, que sí se superaron en territorios como Canarias.
En esta línea, en abril las llegadas internacionales se situaron un millón por debajo de los 7,14 millones que en el mismo mes prepandemia y el gasto fue solo 150 millones inferior al de entonces. Ya entonces, desde la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, avanzó que en verano "se recuperarán los niveles prepandemia a pesar de la incertidumbre derivada de la invasión de Rusia a Ucrania".
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