Las agencias de viajes pretenden congelar los salarios de los empleados hasta 2023 ante la ruina que ha generado el coronavirus en este negocio. El nuevo convenio colectivo, todavía en proceso de negociación para el periodo 2019-2022, no incluye aumentos salariales a menos que se experimente un resultado positivo, según informan fuentes sindicales a Vozpópuli.
Las mismas fuentes explican a este medio que el convenio actualmente vigente está "caducado" desde 2018, pero se ha ido prorrogando con acuerdo de toda las partes. El próximo 7 de abril tendrá lugar una reunión determinante, cuando trabajadores y empresas esperan cerrar el acuerdo.
No obstante, desde los sindicatos Fasga y CCOO comentan a este periódico que de momento desconocen la propuesta de la patronal sobre la situación de los fijos discontinuos, uno de los principales escollos en la negociación. También se pretende alcanzar un acuerdo sobre una eventual prima en 2022 si se experimentara una recuperación económica "espectacular".
Las agencias de viajes, las más afectadas
La Federación Empresarial de Asociaciones Territoriales de Agencias de Viajes Españolas (Fetave) ha asegurado que la recuperación del sector turístico a los niveles de 2019 no se alcanzará antes del 2023, aunque podría alargarse hasta cuatro años. Aún así, dentro del turismo, las agencias de viajes son las más asfixiadas por la pandemia.
De hecho, fue el subsector en el que antes arrancaron los expedientes de regulación de empleo (ERE), como los de Logitravel, Expedia, Viajes Carrefour o W2M, la división de viajes de Iberostar. Además, un 20% de las agencias no han reabierto desde el cierre obligado en marzo de 2020, según desveló recientemente el presidente de la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (Acave), Martí Sarrate.
En este sentido, reclaman al Ejecutivo ayudas directas urgentes, supresión del IAE de 2020 y 2021, moratorias de impuestos y Seguridad Social a coste cero, expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta el verano, compatibilidad con expedientes de regulación de empleo (ERE) y el apoyo de proveedores.
Además, antes de que el coronavirus aterrizara en España y en Europa, las agencias de viajes arrastraban los efectos negativos de otro golpe turístico: la quiebra del gigante británico Thomas Cook. Esto supuso la cancelación de cientos de viajes y la pérdida de muchos clientes que acostumbraban a reservar sus vacaciones a través del turoperador.
Por eso, recientemente la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) ha solicitado que las empresas con resultados negativos en 2019 puedan acceder a las ayudas del Gobierno. Hasta ahora, las empresas que quieran beneficiarse de las medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia empresarial deben demostrar que arrastraban 'números rojos' antes de la crisis sanitaria.
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