Economía

La agonía de los empleados de Thomas Cook Balearics: "Nos iremos a la calle"

Algunos empleados de Thomas Cook Balearics creen que la aerolínea española del gigante quebrado tiene los días contados si no encuentra un comprador pronto

Los trabajadores de Thomas Cook Balearics, la aerolínea española del gigante británico quebrado el pasado 23 de septiembre, viven una agonía constante desde que la filial en la que trabajan se declaró también en preconcurso de acreedores. "Con la reducción de costes hacen con nosotros lo que quieren", asegura uno de los empleados. 

La aerolínea balear no estaba asociada con la liquidación del grupo porque contaba con un certificado de operador aéreo (AOC) español y sus seis aviones Airbus son operados por Condor, la compañía aérea germana también de Thomas Cook que ha conseguido un balón de oxígeno de 380 millones de euros por parte del Gobierno alemán para sobrevivir. 

Sin embargo, los empleados de Thomas Cook Balearics creen que su aerolínea tiene fecha de caducidad: "Si no nos compran, iremos a la calle", explican algunos de ellos. Según dicen, de los seis aviones con los que contaban sólo mantienen cuatro. "Nos han reducido aviones y para operar los que quedan faltan 17 tripulantes de cabina (TCP) de los 96 necesarios", explican. 

"Estamos a la venta, nos puede comprar cualquiera, pero no valemos mucho", reconoce un empleado

Algunos trabajadores denuncian que están "perdiendo derechos cada día" y no tienen representación sindical, ya que no existe un comité de empresa que les proteja. Todas las decisiones dependen de su homóloga alemana: "A Condor sólo le preocupa reducir costes", dicen.

Desde la compañía les explican que no se van a hacer expedientes de regulación de empleo (ERE) de pilotos, pero les ofrecen cogerse una excedencia durante la temporada baja de invierno o reducirse la jornada en estos meses. Además, entre otras medidas, intentarán adelantar las vacaciones de 2020 a la época de menos demanda, entre enero y abril. 

"Estamos a la venta"

La situación es extrema. Así lo transmiten a Vozpópuli las mencionadas fuentes, que buscan propietario a la desesperada. "Estamos a la venta, nos puede comprar cualquiera, pero no valemos mucho", reconoce un empleado, que explica que lo único que tiene Thomas Cook Balearics es el certificado de operador aéreo (OAC) y las tripulaciones activas. "No tenemos aviones, la oficina es alquilada y los ordenadores son de Condor", dicen.

La aerolínea se ha visto obligada a declararse en preconcurso de acreedores para ganar tiempo en la negociación de un convenio de pago y blindarse ante la posibilidad de que un acreedor inste su concurso. Por su parte, desde Thomas Cook Balearics procuran aliviar las tensiones asegurando que seguirán "buscando el mejor resultado posible" y mantendrán las operaciones "seguras". 

Otras filiales en España

Las empresas españolas del grupo británico emplean a 2.500 personas en nuestro país y se dedican a la gestión de reservas, el negocio de agencia de viajes, o la administración de hoteles en Baleares y Canarias. Estas empresas contaban con préstamos participativos de más de 250 millones de euros con la matriz, por lo que algunas se han visto abocadas al concurso.

Thomas Cook era la compañía que más británicos trasladaba alrededor del mundo junto a la alemana TUI, con 22.000 empleados, pero contaba con una elevada deuda. En su primer semestre fiscal de 2019 (del 1 de octubre de 2018 al 31 de marzo de 2019), ésta superaba los dos mil millones de euros.

La desastrosa fusión con MyTravel en 2007, con la que buscaba crear un 'monstruo' europeo para desafiar a los rivales emergentes en Internet, supuso un desembolso de más de 1.000 millones y sólo acarreó adeudos que se fueron engrosando y que le condujeron a la quiebra. 

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