Hace unos días, el Banco de España detalló por provincias y Comunidades Autónomas la cuantía del crédito concedido por las entidades de depósito a la economía y del dinero de hogares y sociedades no financieras que custodiaban a finales del pasado año. Son 1,173 billones de euros, una cifra muy similar a la del año anterior, y 1,333 billones, respectivamente, un dato, este último, que no admite comparación en los últimos ejercicios.
Pedro Sánchez fue investido presidente del Gobierno el 1 de junio de 2018 después de que el Congreso de los Diputados aprobara la moción de censura que había presentado contra Mariano Rajoy. Desde entonces, el líder del Partido Socialistas no lo ha tenido nada fácil.
Fue el primero en llegar al poder por la vía del artículo 113 de la Constitución, pero no consiguió la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y tuvo que esperar a formar Gobierno hasta enero de 2020. Lleva conviviendo con la inestabilidad política más de dos años. Dos meses después de su llegada, irrumpió la pandemia, que aún, silenciosamente, convive con los ciudadanos. Después llegó la irrupción del volcán en La Palma; los primeros síntomas de explosión de los precios en el último trimestre del pasado año y de una nueva crisis energética; más adelante la invasión de Ucrania por las tropas rusas y hace nada, una huelga de transportistas que ha tenido sus repercusiones en la cadena de suministros industriales y en el abastecimiento de supermercados.
Muchos analistas dicen de Pedro Sánchez que está gafado, que “transmite o comunica mala suerte a alguien o a algo”, tal y como lo define coloquialmente el Diccionario de la Real Academia de la Lengua. Con el ahorro ha roto ese sambenito, ese descrédito que acompaña cada una de sus decisiones. Desde que está al frente del Gobierno, cerca ya de cuatro años, los depósitos de hogares y empresas no financieras han aumentado en 203.708 millones de euros, un 18,04%. ¿O es que los españoles ahorran porque no confían en él?
Según los datos del Banco de España, los depósitos “per cápita” en diciembre de 2021, últimos datos pormenorizados, se situaron en 28.161 euros, algo mas de 4.000 euros por encima de los alcanzados en el segundo trimestre de 2018, un 16,56% más. Durante los siete años de presidencia de Mariano Rajoy, el “ahorro per cápita” pasó de 23.076 euros en 2011 a apenas 24.159, en 2018, un 4,7%. En la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero (2008-2011), llegó a descender un 5,5%, desde los 24.434 euros del año 2008.
Ahorro forzado
Este crecimiento está muy influido por los efectos económicos derivados del cierre, primero, y de las limitaciones, después, derivadas de la crisis sanitaria. Buena parte de ese ahorro ha venido forzado por las circunstancias sociales, el cierre de comercios, cafeterías, bares y restaurantes y la práctica imposibilidad de viajar más allá de nuestras fronteras.
Pero también, por la falta de confianza que el Gobierno y sus socios han transmitido a la sociedad y al tejido empresarial con sus casi continuos cambios de orientación de su política económica y por la desmedida apelación al endeudamiento, que suele ser siempre la antesala de una subida de impuestos.
Hogares y sociedades no financieras tienen confiados a las entidades financieras 1,210 billones de pesetas en cuentas a la vista (cuentas corrientes) y 101.569 millones en depósitos a plazo. Las primeras han aumentado en 325.816 millones desde julio de 2018, un 36,82%, y los segundos se han reducido en 120.564 millones, un 42,27%. Hay un par de razones que explican este comportamiento tan irregular.
Por un lado, el desplome de la remuneración que los bancos pagan por el ahorro a plazo ha dinamizado su salida hacia productos con mayores posibilidades de retribución aun a costa de asumir un cierto riesgo (fondos de inversión). Por otro, el parón de las actividades económicas en los primeros meses de pandemia sirvió de acicate para que mucho dinero “retenido” durante uno o dos años en los bancos se trasladara a las cuentas corrientes con el fin de disponer de liquidez.
Radiografía por CCAA
Un total de siete comunidades autónomas tienen un ahorro “per cápita” por encima de la media nacional (28.161 euros), con Madrid (56.625), País Vasco (39,637) y Castilla y León (31.344), a la cabeza, por delante de La Rioja, Navarra, Asturias y Aragón. Las que más han aumentado su ahorro en términos porcentuales han sido han sido Cataluña (+28,205), Canarias (+24,20%, Cantabria (+22,41), Navarra (21,99%) y Asturias (21,68%). Las que menos fueron Aragón (+9%), Murcia (+10,84%) y País Vasco (+12,44%).
El mayor trasvase hacia cuentas corrientes se ha producido también en Cataluña, con un 54,62%, seguida de Asturias (+46,44%), Galicia (+43,56%), Castilla y León (42,345) y Canarias (42,885). Las menores variaciones (la media nacional fue del +36,82%) se dieron en Madrid (+25,895), Aragón (28,31%), País Vasco (+33,02%) y Murcia (+33,44%).
En cuanto al dinero depositado a plazo, los españoles guardaban en diciembre de 2021 más de 101.560 millones de euros, menos de la mitad de la cantidad que tenían guardada en junio de 2018: 222.133 millones. La caída media ha sido del 54,27%, pero hay autonomías en las que el desplome ha sido muy superior. Son los casos de Baleares, donde el depósito medio “per cápita” ha pasado de 3.280 euros a 909, o Cataluña (-72,28%), donde se ha reducido de 4.245 euros a 1.455, un 65,7%. El descenso más leve se ha producido en Madrid y, aun así, fue del 44,1%, pasando de una media de 4.753 a 2.146 euros.
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